Siempre he tenido claro que volveré a Fuengirola, pueblo del cuál salí hace 7 años, ¿cuando? no lo sé, pero siempre que pienso en él lo primero que me viene a la cabeza es el olor a Mar, y os preguntaréis, ¿es que Barcelona no huele a salitre? os puedo asegurar que ¡no!.
Fuengirola es una pequeña localidad de Málaga compuesta por unos 78.000 habitantes aproximadamente; como otros muchos municipios costeros de Andalucía vive del turismo, creedme si os digo que reúne infinitas condiciones para que muchos decidan vivir allí.
Principalmente por su clima, su media de 18ºC durante todo el año y sus inviernos suaves hacen que aquello se convierta en un paraíso terrenal, la sensación de estar en plenas Navidades comiendo unos “espetos” en primera linea de playa con una caña bien fresca en mano, no tiene precio…
Debo destacar esos ocho kilómetros de litoral que tenemos en los que, no solo podemos disfrutar del sol, sino también de practicar una gran variedad de deportes como el Surf, Windsurf, Optimist o incluso el running entre otros, aunque he de confesaros que uno de mis rituales favoritos es, sin duda, poder contemplar el mar infinitamente durante horas.
Aquí donde la veis Fuengirola tiene historia. Fundada por los fenicios, por ella pasaron romanos, bizantinos, visigodos, cristianos y árabes, estos últimos provenientes del norte de África. Durante esta época árabe bautizaron al pueblo como “Sohail” o “Suhayl”, al igual que el castillo que dominaba la población; según cuenta la leyenda, este fue llamado así porque, la estrella de Sohail, la Canopus (estrella) de los romanos, que es la más brillante del hemisferio sur y guía de los nómadas del desierto, sólo podría ser contemplada desde este castillo.
Es por todo ello que además de esta maravilla de alcazaba que tenemos, podéis visitar la “Finca del Secretario”, yacimiento arqueológico romano, algunas termas también de origen romano, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, principal parroquia situada en la plaza de la Constitución, destacada por su estilo barroco, etc…
No puedo obviar la situación geográfica tan envidiable que tenemos, en cuestión de hora y media llegamos a mi rincón favorito del mundo…Tarifa… a la vez que escribo su nombre, irremediablemente se me escapa una sonrisa…y en unas dos horas y media aproximadamente mi amada Sierra Nevada, donde he de confesaros que he sido la niña más feliz del mundo bajando por aquellas interminables pistas..
Para aquellos que no lo sepáis, en nuestra localidad tenemos algún que otro Fuengiroleño reconocido como Julio Anguita, político; Anabel Conde, representante de España en Eurovisión 1995; Pablo López, reconocido cantante; Efecto Mariposa, grupo musical; María Barranco, actriz; Juan Gómez,”Juanito”, futbolista; Theresa Zabell, regatista y doble oro olímpico; Antonio José Galán, ilustre torero, etc…
Por cierto, aunque no lo haya mencionado, obviamente como buena ciudad turística, os podéis imaginar la gran variedad gastronómica de la que dispone, no solo de sus innumerables “chiringuitos” de playa, sino de sus rincones de tapas que tanto nos gustan a los andaluces, sin olvidarnos de los diversos lugares nocturnos donde poder disfrutar un sábado por la noche y a un precio mucho más asequible que nuestra querida ciudad condal.
Muchos os preguntaréis que con tantas cosas increíbles que tiene mi ciudad, ¿cómo decidí un día dejarlo todo y marchar?, sinceramente a veces me lo pregunto… supongo que fueron un cúmulo de circunstancias… sobre todo las infinitas inquietudes que a día de hoy recorren mi cabeza.
He de confesaros que desde que mis padres me trajeron con 12 añitos a Barcelona, tenía claro que algún día acabaría viviendo aquí y no me arrepiento de la decisión que tomé en su día, de hecho soy inmensamente feliz en esta ciudad, pero seamos honestos…
Cada etapa de tu vida tiene su momento y conforme pasa el tiempo estoy más convencida que como se vive en el Sur no se vive en ningún lugar del mundo, no sólo por su clima, como ya os he comentado, sino por su alegría, su arte, su cultura, su estilo y calidad de vida, su “gente”… y es por ello, que como buena hija pródiga tarde o temprano sé que volveré…
3 comentarios
Con este frio de invierno dan unas ganas locas de un chapuzón en Fuengirola, sintiendo la caricia del sol malagueño y el olor de los espetos.
Olé tu Valentina!
Me gusta saber que volverás a nuestro pueblo!, y que volveremos a tomarnos unas tapias inocentes por el centro que acaban al amanecer. Un beso y gran artículo!!!
Que gran articulo Valentina, nunca decepcionas. Tu eres sur en estado puro! Es una alegria tenerte cerca y aprender de ti!! Grande mestra!!