No descubrimos nada nuevo si decimos que la isla de Menorca es un paraíso natural de gran belleza, una isla que se vive poco a poco… con calma y tranquilidad, una Reserva de la Biosfera, desde hace un cuarto de siglo, que ha logrado preservar su esencia natural y calidad de vida. Lo que quizá no es tan conocido de la isla, pero no por ello menos importante, es que Menorca atesora un gran patrimonio arquitectónico militar.
Fiel reflejo del devenir de la historia en esta isla, debido a su estratégica situación en el Mediterráneo, son una treintena de edificaciones entre castillos, fuertes y torres defensivas. De entre todas ellas existen tres que acaparan el mayor interés tanto por su grandeza como por su estado de conservación, todas ellas situadas en el puerto de Maó.
Fortaleza de La Mola
De las tres, la fortaleza de La Mola, o fortaleza de Isabel II, es la más reciente (siglo XIX) y la más espectacular. Aprovechando los cimientos de una antigua fortificación británica del siglo XVIII, se construyó justo en la entrada norte del puerto de Maó. En esta fortaleza, rodeada por un foso de 1.500 metros lineales y con seis miradores que ofrecen magnificas vistas, destacan varias zonas empezando por la majestuosa Puerta de La Reina, y continuando por la Mina que ofrece un laberinto subterráneo donde se ubicaban los polvorines, almacenes y casamatas, el Hornabeque, con su enorme plaza de armas, la Cortadura, último reducto defensivo caso de que hubieran tomado el anterior y la Galería Aspillerada, un corredor para fusilería de medio kilómetro que defendía el foso.
Fuerte de Marlborough
Se trata de una construcción británica que data del siglo XVIII (1720-26) aunque fue reconstruido entre 1789 y 1802. Ubicado en cala Sant Esteve, en la orilla sur, debe su nombre al general Sir John Churchill, duque de Marlborough. Un fortín con un recinto central heptagonal donde se ubicaban diversas piezas de artillería, creado a partir de un gran foso con una galería de contraescarpa excavada en la roca. Desde su parte superior hay una excelente panorámica de la zona histórica del puerto de Maó.
Castillo de Sant Felip
De mediados del siglo XVI es el más antiguo de los tres. Está ubicado en la localidad de Es Castell, también en la orilla sur, que toma precisamente su nombre de este fortín. Constaba de cuatro baluartes unidos por cuatro cortinas, rodeados por un estrecho y profundo foso excavado en la piedra. A pesar de que su superficie es la más castigada, su gran atractivo radica bajo tierra, con diversos niveles de galerías realizadas por españoles e ingleses en sus distintas ocupaciones. En esas galerías vivieron nada más y nada menos que tres mil ingleses, entre soldados y civiles, durante seis meses, hasta que fue conquistado por los españoles en 1782.
Más información en: www.menorca.es
Turismo de aventura en las islas Baleares