Turrialba, en Costa Rica, es una ciudad localizada en el Valle Central que cuenta con una infinidad de intereses turísticos donde el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de la “Pura Vida”, de su cultura y de las actividades de deporte y aventura, sin olvidar su deliciosa gastronomía.
Su fundación se debe al desarrollo económico que produjo la construcción del ferrocarril al Caribe, pero, entre muchas otras cosas, es Interés Arqueológico Nacional por su cercanía con vestigios de asentamientos indígenas de gran relevancia para el país como el Monumento Nacional Guayabo, declarado Patrimonio Mundial de la Ingeniería en el año 2009.
Monumento nacional Guayabo
En los últimos años, se ha convertido en la base de muchos operadores turísticos que quieren dar a conocer el rafting en aguas blancas en el Río Pacuare, que ha sido considerado en varias ocasiones como uno de los ríos más hermosos del mundo para realizar rafting en aguas blancas.
Pero también, en Turrialba es posible realizar un tour gastronómico por todos sus rincones, ya que se trata de un destino donde se centraliza la elaboración de los deliciosos quesos artesanales, entre los que se encuentra el más famoso de todo el país: el queso de Turrialba.
Con motivo de esto, desde 2002 se lleva a cabo en Santa Cruz, un pueblo típicamente rural enclavado en las faldas del volcán Turrialba, la Expo Feria del Queso, dedicada exclusivamente a los quesos artesanales que se fabrican en esta cuna de la producción láctea.
Para visitar esta ciudad y disfrutar de todos y cada uno de los atractivos turísticos es importante alojarse en hoteles que garanticen el descanso. Así, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) desarrolló el Certificado de Sostenibilidad Turística (CST), que consiste en categorizar y diferenciar a los hoteles costarricenses en función de cuál sea el grado de sostenibilidad en el que operen atendiendo al manejo de los recursos naturales, culturales y sociales.
Más información en: www.visitcostarica.com/es
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