Hay tantos Caminos de Santiago como peregrinos se atrevan a emprender la aventura de llegar hasta el santuario del apóstol Santiago el Mayor. Hay más de 50 rutas conocidas. Los caminos más populares son el Francés, el Portugués, el del Norte… Hay otros que no han conseguido tanto renombre pero ofrecen tantas posibilidades como los más concurridos.
Elegir caminos poco transitados aporta una mayor dosis de calma y permite una mejor conexión con la naturaleza. En cambio, son rutas apenas sin servicios por lo que en algunos momentos puede añadir complicaciones.
Todo aquel que recorre el Camino de Santiago asegura que es una experiencia única e inolvidable. Tiene un efecto hipnótico que lleva a los peregrinos a seguir recomendándolo, después de centenares de kilómetros, de inesperadas dificultades o de la dura y caprichosa climatología.
La ruta jacobea ha experimentado un enorme crecimiento de popularidad entre gentes llegadas de todo el mundo. No hay rincón del mundo que no conozca el Camino de Santiago y que no tenga un peregrino entre sus habitantes.
El Camino de Santiago ofrece un enorme patrimonio histórico artístico repartido en localidades que no se conocerían sin su existencia y se emprende por etapas. Y la ruta la diseña el peregrino desde su misma casa y sin prisa por llegar al último kilómetro. Aquí, en Magellan, hemos buscado diez rutas alejadas del mundanal ruido. Hay muchas más, pero eso ya es cosa vuestra.
Camino Aragonés
Este camino a España desde Francia accede por el puerto de Somport, cruzando los Pirineos para adentrarse en el pequeño y pintoresco municipio de Jaca, en Huesca. Finalmente, se une al Camino Francés al llegar a Puente La Reina, en Navarra. Está muy poco transitado.
Distancia: 165 kilómetros.
Camino Primitivo
Idóneo punto de partida para descubrir la senda del primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago. El Primitivo es el más antiguo de los Caminos, sin apenas servicios. Parte de Oviedo y pasa por Lugo. Probablemente es una de las rutas más atractivas de todas las jacobeas.
Distancia 322 kilómetros
Lugo
Ruta de la Lana
Parte de Alicante en dirección a Cuenca, pasa por Guadalajara para acabar desembocando en Burgos, donde se une al Camino Francés. Está bien señalizado y dispone de suficiente infraestructura. En su momento fue un camino utilizado para la ganadería y el comercio de la lana. La ruta discurre en dirección contraria por muchas de las sendas que el Cid Campeador recorrió en su viaje de destierro.
Distancia: 400 kilómetros.
Camino a Fixterra y Muxia
Es una prolongación de los diferentes caminos desde Santiago de Compostela hasta el cabo de Finisterre, fruto de una tradición milenaria de caminar siguiendo el curso del sol hasta los confines de la tierra, donde la Costa da Morte era el límite del mundo entonces .
Distancia; 120 kilómetros.
Camino del Baztán
Además del Aragonés, otra ruta atraviesa los Pirineos desde Francia por el puerto de Otsondo: el Camino del Baztán, también llamado Camino de Urdax-Baztán. Esta ruta empieza en la ciudad francesa de Bayona para terminar a pocos kilómetros de Pamplona, donde se une al Camino Francés en el puente medieval de Arre. Toma su nombre del valle pirenaico vasco llamado Valle de Baztan, por el que discurre el río del mismo nombre, y del monasterio de Urdax, o Urdazubi en vasco, que data del siglo XII y fue fundado como hospital para peregrinos.
Distancia: 110 kilómetros.
Camino de Madrid
Parte de la capital madrileña y atraviesa Segovia y Valladolid. Se une al Camino Francés en Sahagún. En su recorrido cruza la Sierra de Guadarrama, llegando a los 1.796 m de altitud, para luego continuar por una antigua Vía Romana a lo largo de Castilla. Es un camino minoritario y muy poco concurrido que cuenta con infraestructuras básicas, pero bien señalizado. Ofrece grandes atractivos naturales e históricos, desde puentes medievales y castillos, hasta el acueducto de Segovia.
Distancia 320 kilómetros.
Camino del Ebro
También llamado Camino Jacobeo del Ebro, esta ruta comienza en el delta del Ebro. Esta ruta alcanza Zaragoza y enlaza con la ruta francesa en Logroño. Este camino tiene su origen en los peregrinos extranjeros, principalmente italianos, que llegaban en barco a tierras catalanas y de ahí comenzaban la peregrinación.
Se cuenta que el mismo Apóstol Santiago siguió este camino desde Tarragona, y cruzando tierras zaragozanas se le apareció la Virgen María sobre un pilar, precisamente en el lugar donde actualmente se encuentra la basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza. Escasean los albergues de peregrinos, pero cuenta con otros tipos de alojamientos en todas sus etapas.
Distancia: 450 kilómetros.
Camino Catalán
El Camino Catalán empieza en el famoso Monestir de Montserrat y atraviesa Lleida para luego ofrecer dos rutas alternativas. Una de ellas se une al camino del Ebro poco antes de llegar a Zaragoza, en la localidad de Pina de Ebro, para finalmente enlazar con el Camino Francés en la ciudad de Logroño.
La otra, atraviesa Huesca y visita el monasterio de San Juan de la Peña, donde algunas leyendas sitúan el Santo Grial. Esta ruta se une finalmente a la francesa en la aragonesa Santa Cilia de Jaca.
Distancia: 320 kilómetros
Vía de Bayona
Desde Bayona entra en España por Irún hasta la ciudad de Burgos, donde se une al Camino Francés. Fue muy popular entre los siglos X y XIII, puesto que suponía una ruta alternativa más segura que el Camino del Norte, entonces asediada por ataques marítimos de las tribus del Norte de Europa. Ofrece impresionantes vistas del desfiladero de Pancorbo o el puerto de la Brújula.
Distancia: 300 kilómetros.
Camino Olvidado
Conocido también como Camino Viejo, sale de Bilbao y se junta con el Camino Francés en Villafranca del Bierzo. Fue la mejor opción para huir de los ataques musulmanes y de las tribus del norte entre los siglos IX y XII. Es un camino poco transitado y con pocos albergues.
Distancia: 630 kilómetros.
