¡Tiburón!

Hace una semana os estaba hablando de mi pequeño paraíso en el cual formaba parte mi primera, pero sé que no la última, increíble experiencia con los tiburones en la isla de Malapascua. Fue entonces cuando pensé, ¿por qué no intentar haceros reconsiderar la idea de que en realidad no son tan fieros como nos han hecho ver durante las últimas décadas?

Ante todo quisiera deciros que no soy una experta en este tema, pero he de confesaros que siempre he tenido curiosidad por todo lo desconocido y este ha sido una de esas cosas que sin esperarlo, despertó un cierto interés en mí y como consecuencia de ello acabé indagando y aprendiendo sobre este mundo desconocido.

Estos peces han existido en la tierra por más de 450 millones de años, aparecieron antes que los propios dinosaurios, por lo que ese solo hecho ya los hace increíbles. Nuestra insensibilidad hacia esta especie, en gran medida, es causa de una mala publicidad, consecuencia de ello es que los tiburones tengan una nefasta reputación. Cuando la mayoría de los seres humanos piensan en ellos, automáticamente referencian a un depredador de hombres, sin embargo esto es un hecho equívoco, son mucho más de lo que se ve a simple vista.

Si supiéramos que hay más de 350 especies de tiburón; que solo se producen unos 80 ataques al año en todo el mundo, que a la vez las muertes humanas por esos ataques ascienden a tan sólo 5 por año (como promedio de la última década), y que además en su mayoría como motivo a la invasión irrespetuosa por parte del humano en su hábitat, seguramente seguiré sin convenceros..

Pero, en cambio, si os doy este otro dato, igual logro que empecéis a replantearos un poco más el tema… ¿Sabíais que los asesinatos entre humanos ascienden a la friolera cifra de más de 500 mil por año?, o ¿que cada año mueren 150 personas golpeadas por un coco en caída libre?. La probabilidad de morir por un ataque de tiburón es de ¡1 entre 300 millones!.

Es verdad que cuando escuchamos que un bañista ha sido atacado por esta especie nos paraliza mucho más que cualquier otra noticia, pero hay un dato curioso que debemos saber, y es que estos mismos llegan a confundir a los surfistas con ballenas o tortugas, es por ello que, sin pensarlo, se lanzan a “devorarlos”.

Es muy probable que todavía sigáis sin ver claro que estos pececillos os puedan caer bien en algún momento, sinceramente, puedo entenderos, a mí me pasaba lo mismo hasta hace unos meses cuando finalmente después de mil dudas decidí poder experimentar la sensación de convivir con ellos bajo el agua durante unos instantes y de esta manera poderlos observar en su medio.

Allí estábamos, ellos y nosotros, cara a cara, observando toda su majestuosidad y elegancia, rodeados por un silencio inquietante, tan solo era capaz de escuchar el latido de mi corazón el cual se aceleraba por segundos y el sonido de las burbujas de mi botella. 

Tras las miles de sensaciones que sentí necesitaba saber un poco más de ellos y aclarar esas infinitas dudas que empezaron a bombardear mi cabeza, y es aquí donde quiero sacar la parte de “responsabilidad” que como humanos nos toca llevar a cabo si queremos seguir viviendo en este Planeta.

A veces me da la sensación que no somos conscientes de que poco a poco estamos destruyendo el ecosistema marítimo, por lo que si seguimos así, dentro de unos años, sobre el año 2048, no quedarán peces con los que alimentarnos en los mares, sin olvidar que éste representa el medio de vida de millones de pescadores y otras personas en todo el mundo.

Algunos pensarán que nosotros ya seremos muy mayores para entonces pero, ¿Y las nuevas generaciones?, ¿qué herencia les vamos a dejar?, es aquí cuando debemos empezar a plantearnos la importante función que desarrollan en el mar estos “temibles” tiburones.

Estando en la cúspide de la cadena alimenticia marina, estos escualos juegan un papel clave y determinante en los océanos ya que hacen que éstos estén sanos y equilibrados. Su alimentación es muy variada, se sustentan de las especies más abundantes ayudando a estabilizar poblaciones entre diferentes especies. De esta manera evitan que se creen “invasiones” que monopolicen un área, ayudando, por ejemplo,  a que exista mayor diversidad en un arrecife.

Es un hecho que los tiburones y los seres humanos no tienen buena relación y por ello necesitan mucha mayor protección de la que tienen a día de hoy, pero debido a la compasión de algunas personas y asociaciones, como la de OCEANA o Sharkaddicts2, (esta última es una página de Instagram de la cual estoy completamente “enganchada”) que hacen una labor increíble para intentar que estos peces pueden tener una oportunidad de vivir, podremos conseguir que a la vez, la especie humana pueda disfrutar de este Planeta mucho más tiempo.

Sin duda, puedo decir que tras mi inmersión con los thresher sharks tomé verdaderamente conciencia de lo importante que son los mares y océanos en nuestras vidas y lo poco que hacemos para conservarlos.

Es por ello que espero volver a tener esta increíble experiencia en breve en otro lugar del mundo y que al menos con esta pequeña “pincelada”os haya hecho reflexionar sobre la importancia de estos peces en nuestras vidas  y por supuesto manifestar desde aquí el daño tan innecesario que en su día hizo Spielberg…