Portugal, el país de los fados, el bacalo y José Saramago. El país que vio nacer a Fernando Pessoa o a María de Medeiros y que hizo la revolución más bonita de la historia: la de los claveles, con el Grandola Vila Morena sonando de fondo, un himno del que muchos deberían tomar nota.
Ellos son nuestros vecinos y aunque nos avergüence reconocerlo los hemos mirado un poco por encima del hombro durante años. Pero la realidad es que Portugal es un país con infinidad de sitios que ver y explorar, así que acompáñame en este viaje por carretera donde descubrir todas las bondades de este lado de la Península Ibérica.
La primera parada es la región del Alentejo donde encontramos ciudades Patrimonio de la Humanidad como Évora y Elvas que puedes visitar mientras degustas la gastronomía local con algunos platos que recuerdan a los sabores extremeños.
Si el vino también te gusta, estás en el sitio perfecto: USA Today eligió esta zona como una de las mejores regiones vinícolas del mundo. El Alentejo tiene además playas de ensueño con muchos kilómetros de parque natural y zonas protegidas ¿lo mejor? Aún no son tan turísticas como las del Algarve.
Siguiente parada, baja hasta la región del Algarve. Una zona de playas infinitas y preciosas, muchísimas de ellas con bandera azul: Praia dos Três Irmaos, Praia do Carvalho, Praia de Dona Ana… la lista es larga. Pero el Algarve es mucho más que su costa, tras la arena hay pueblos coquetos como Tavira, Lagos, Albufeira y si eres amante de las rutas, Carvoeiro es un gran plan para los senderistas.
Llega el momento del turismo urbanita, conduce hasta Lisboa y te encontrarás con una capital muy colorida y llena de vida. Sube al tranvía, come en el Mercado da Ribeira, empápate de las calles del casco antiguo y sube y baja las cuestas empinadas, es parte del encanto. Guarda uno de los días para ir a Sintra, la ciudad de los castillos. Reconozco que es bastante turístico pero vale la pena ir pronto porque es precioso. ¿Mis favoritos? El Palacio da Pena y la Quinta da Regaleira.
Llega el momento de poner rumbo al norte del país, la siguiente parada es Coímbra pero de camino no puedes perderte Óbidos, un pueblito amurallado de color blanco, azul y amarillo. Tras el alto en el camino, llegamos a Coímbra, una ciudad con una de las universidades más antiguas de Europa.
Es un destino muy elegido por los estudiantes y está plagada de historia y monumentos. Es Patrimonio de la UNESCO desde 2013 y es una ciudad de calles estrechas, escaleras y vestigios medievales. Imperdible.
La última parada urbanita de este viaje es Oporto, la segunda ciudad más importante del país. Hay quien la ve demasiado decadente pero hay que aceptar que es parte del encanto de la ciudad. Mis sitios preferidos son la Estación de Sao Bento y la librería Lello, famosa por ser la que inspiró a JK Rowling para crear Flourish & Blotts, la tienda donde los alumnos de Hogwarts compran sus libros.
Desde Oporto puedes llegar muy rápido hasta Braga y Guimaraes, dos ciudades pequeñas pero con mucho encanto. En Braga tienes que ver la catedral y subir la escalera para llegar al santuario del Bom Jesus do Monte. En Guimaraes, lo mejor es perderse sin rumbo fijo por una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Acabaremos este viaje visitando el Parque Nacional de Peneda-Gerês, muy cerca de la frontera con España, este oasis natural tiene rincones que parecen sacados de un cuento de hadas y creo que vale la pena pasar unos últimos días en plena naturaleza y dedicarse a la vida contemplativa.
Portugal es un país con rincones para todos los gustos, con gente cercana y una comida buenísima. En estos tiempos convulsos de incertidumbre climática, creo que es momento de solidarizarnos entre nosotros y fomentar el turismo de proximidad. Apoyemos a nuestros vecinos y recordad siempre… ¡Menos mal que nos queda Portugal!
1 comentarios
Gracias por este Road Trip por Portugal para nuestro próximo viaje. Me tomo nota de varios sitios que desconocía.