La estampa más característica de República Dominicana son sus playas idílicas, de aguas transparentes y bordeadas de cocoteros. Pero los amantes del turismo de naturaleza descubrirán que este destino caribeño es, además, un paradigma del ecoturismo aún por explotar. Bosques de manglares, selvas tropicales, parques naturales de exuberante verdor y campos de cultivo de café y cacao conforman un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Actividades en la naturaleza
República Dominicana bien puede postularse como uno de los destinos top para las aventuras ligadas al ecoturismo en el Caribe. Su territorio se ubica en la segunda isla más grande de las Antillas, la cual ve cubierto el 25% de su superficie por hermosos parques nacionales y reservas científicas. En República Dominicana están catalogadas 128 áreas protegidas, incluyendo 15 reservas naturales y 32 parques nacionales que propician una diversidad de ecosistemas realmente única en el Caribe.
Una de las actividades idóneas para los ecoturistas es el senderismo, que permite explorar la topografía singular del país. Hay senderos de fácil caminata, algunos muy arbolados y otros abriéndose paso junto a hermosas playas; y senderos que exigen cierto nivel de forma física y preparación.
Entre los tesoros naturales de República Dominicana se encuentra el Parque Nacional Cotubanamá, también conocido como Parque Nacional del Este, que es de los más visitados del país. En su interior se recorre el Sendero Ecológico Padre Nuestro, cuya ruta de dos kilómetros atraviesa un bosque tropical húmedo.
En este Parque Nacional se contabilizan más de 500 especies de flora y 300 tipos de aves. También abarca tramos de playas blancas, puesto que las islas de Catalina y Saona quedan comprendidas en su territorio. Respecto a esta última -Isla Saona-, hay que señalar que es la excursión más demandada en toda República Dominicana.
Sin abandonar la región Este, en la provincia de La Altagracia, es imperativo descubrir otras atracciones naturales como el Hoyo Azul, un cenote que nos tienta con un refrescante chapuzón, y la Reserva Ecológica de los Ojos Indígenas, que ofrece una bonita sucesión de piscina naturales enmarcadas en una profusa vegetación.
Otros espacios naturales de singular atractivo aguardan a los turistas en el norte de República Dominicana. En la provincia El Seibo, la Reserva Ecológica Natural Lagunas Redonda y Limón alberga numerosas especies endémicas de plantas y animales, y el Parque Nacional de los Haitises, en la bahía de Samaná, deslumbra con sus espectaculares islotes kársticos que emergen del agua totalmente recubiertos de vegetación y sus manglares.
Eco-lodges
Al hilo de la creciente demanda de turismo de naturaleza, en República Dominicana ha proliferado una oferta de alojamientos eco. En Bayaguana, provincia de Monte Plata, los turistas se pueden alojar en un eco-hotel, con cabañas construidas artesanalmente por los mismos trabajadores de la zona. Algunas son estilo loft y otras de inspiración más rústica. En los alrededores se puede practicar senderismo, ciclismo de montaña, rutas a caballo, escalada, etc.
Otro eco-lodge popular en República Dominicana lo localizamos en Barahona, donde los turistas pueden alojarse en confortables habitaciones abiertas directamente a la naturaleza e incluso en cabañas construidas sobre los árboles en un complejo con piscinas naturales que funciona con energía 100% sostenible.
Contacto con las comunidades locales
Una de las experiencias más auténticas que brinda el país es la posibilidad de tomar el pulso de las comunidades locales. Siendo como es un destino seguro, República Dominicana invita a perderse por sus provincias interiores y disfrutar del encanto de la vida rural. Algunas plantaciones de cacao y café ofrecen visitas guiadas para conocer los detalles del cultivo de cada producto y su transformación para el comercio. Todo un viaje al conocimiento del mundo agrícola local.
Descubrir el interior verde de República Dominicana
El interior de República Dominicana es su corazón verde y ofrece toda la autenticidad que un turista amante de la naturaleza busca. La excursión por excelencia bien puede decirse que sería la ascensión al Pico Duarte, la máxima altura del país, que se eleva hasta los 3.098 metros. Aquí las temperaturas distan mucho de las que asociamos a la Dominicana tropical y en ciertos momentos el termómetro desciende a cero grados.
La excursión al Pico Duarte y al valle del Tetero, que ofertan buen número de empresas, puede realizarse en cualquier época del año. Normalmente se parte de Jarabacoa, pudiendo realizar la ruta en itinerarios de 2, 3 ó 4 noches, dependiendo del trazado elegido. “Escalar” hasta cielo de República Dominicana no defrauda a ningún ecoturista porque las vistas son, sencillamente, espectaculares.
Más información en: www.godominicanrepublic.com
Experiencias únicas en un viaje a la República Dominicana