Nikko, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999, es un destino internacionalmente reconocido por los viajeros por su belleza tanto natural como cultural. A la belleza de la ciudad se le suma la cercanía a Tokio, ya que se puede llegar fácilmente a la estación de Tobu-Nikko desde las estaciones de Asakusa y Shinjuku de la capital nipona en unas 2 horas.
Además, en la ciudad de Nikko se pueden encontrar varios tipos de onsen o, lo que es lo mismo, aguas termales de origen volcánico. Estos baños de aguas naturales forman parte de la cultura y de las costumbres niponas, de forma que los japoneses suelen hacer un uso intensivo de ellas.
Se piensa que estas aguas tienen propiedades curativas y beneficiosas especialmente para la piel y para mejorar distintas dolencias y enfermedades; tanto es así que dependiendo de su calidad cada una tiene un color, olor, sensación en la piel y efectos distintos.
Complejo de aguas termales de Yunishigawa
Cuenta una leyenda que hace unos 800 años, algunos miembros de la familia Taira (Heike) que habían sido derrotados en la batalla de Dannoura escaparon al río Yunishigawa, y descubrieron que las aguas termales brotaron en la orilla del río y curaron sus heridas.
El complejo de aguas termales Yunishigawa Onsen se encuentra ubicado a 1 hora en tren de la estación Kinugawa Onsen y son una delicia tanto para los japoneses como para los viajeros. Además, los hoteles de la zona se encuentran frente al valle de Yunishikawa y la mayoría de ellos cuentan con baños termales al aire libre.
Durante la estancia en esta zona, los visitantes pueden disfrutar de sabores locales como pescado de río, verduras de montaña o plantas silvestres. Aunque también, y si el viajero lo prefiere, tiene la oportunidad de degustar una cocina local menos frecuente, como aves salvajes, ciervos, osos, etc.
Respirar naturaleza en Okukinu Onsen
En el barrio Kawamata se encuentra Okukinu Onsen, reconocido por ser el hogar de los onsen secretos. En él son protagonistas las bellas posadas individuales enmarcadas en panorámicas impresionantes y rodeadas de vegetación y naturaleza.
Estas aguas termales se caracterizan por estar ubicados en el origen del río Kinuagawa, al aire libre y por poseer aguas sulfuradas y alcalinas simples.
Asimismo, es importante destacar que el viajero puede descansar en los ryokanes de la zona y recorrer a pie sus paisajes, como por ejemplo, el pantano de Oze situado a unos 2.000 metros de altura.
Kinugawa Onsen: la ciudad-balneario de Nikko
Estas aguas termales se encuentran a lo alto del río Kinugawa y reciben cada año más de 2 millones de visitantes. Además, como curiosidad, es importante destacar que cuentan con un total de 32 fuentes en las que circula 3.573 litros por minuto.
En él se encuentran hasta 40 hoteles y posadas tradicionales; instalaciones recreativas; baños públicos tradicionales, pero también privados; y restaurantes; entre muchos otros.
Pero además, cerca de la zona existen atractivos turísticos como el parque que reproduce más de 100 piezas a escala 1/25, Tobu World Square; el parque temático histórico Nikko Edomura; el puente colgante Ninutateiwa; el teleférico Nikko Sarugundan; y cruceros por el río Kinugawa, entre otros.
Sin duda, un destino en sí mismo donde el visitante tiene la oportunidad de relajarse, descansar y disfrutar con sus seres queridos a tan solo 2 horas de Tokio.