Menorca, la segunda isla en extensión del Archipiélago Balear y declarada Reserva de la Biosfera en 1993 es, sin lugar a dudas, una caja de sorpresas. Cada verano acaba doblando la población total y no es de extrañar ya que todos acabamos cayendo rendidos ante las cautivadoras puestas de sol, el color turquesa de sus aguas, playas infinitas, faros sacados de película y sus pintorescos pueblos de paredes blancas.
Aunque la población llega a duplicarse y sea una de las islas más visitadas, Menorca sigue conservando playas y calas desiertas en las que estarás casi solo. ¿Las razones? Algunas están algo más aisladas ya sea porque su acceso es más complicado, se necesita andar bastante, no disponen de puestos de vigilancia o servicio de bar en los alrededores.
Sea cual sea la razón estamos hablando de playas paradisíacas y calas de ensueño en las que dejar la toalla no va a ser un problema aunque eso si, se recomienda ser previsor y traer mucha agua y comida.
Cala Mitjana y Mitjaneta
Situadas en la parte sur de la isla, más cercanas a la población de Ciutadella que a la de Maó, podemos encontrar estas dos joyas que parecen claras fotocopias.
Aunque Cala Mitjana sea más grande que Mitjaneta, son muy parecidas y el color azul turquesa de sus aguas no deja indiferente a nadie. Comparten parking y aún no siendo de las playas más remotas y aisladas que se pueden llegar a encontrar se puede percibir un sentimiento de libertad. Para llegar tendrás que caminar unos 20 minutos por un sendero muy ameno.
Cala Trebalúger
Vecina de Cala Mitjana es una de las calas más aisladas y a la vez idílicas de la isla. Su difícil acceso hace que sea una de las menos concurridas y que se respire una tranquilidad y calma únicas.
Para llegar hasta ella tendrás que aparcar de nuevo en el parking de Cala Mitjana y Mitjaneta ya que solo se puede acceder desde allí o Binigaus. En total tendrás que caminar unos 40 minutos por un tramo que no es de fácil acceso ya que en algunas ocasiones hay subidas pronunciadas o rocas que sortear pero vale mucho la pena.
Cala Fustam
Vecina de Cala Trebalúger es, también, una cala de difícil acceso y de las más pequeñas de la isla. Su agua transparente atrapa de nuevo a todos los bañistas que llegan hasta ella pero para poder verla tendrás que andar unos 60 minutos desde Cala Mitjana. El camino no resulta tan ameno aunque la belleza es indescriptible.
Es de las más aisladas y también de las menos visitadas por lo que se puede llegar a disfrutar de forma casi exclusiva.
Cala Escorxada
De arena blanca sigue siendo una de las playas más aisladas de la isla ya que está bastante alejada de cualquier núcleo urbano. Las playas más cercanas son Cala Fustam y Binigaus y se encuentra dentro de una de las áreas de especial interés de Menorca (ANEI), tramo que incluye desde Cala Mitjana hasta Binigaus.
Se puede llegar andando desde Cala Mitjana (más de una hora) o Binigaus (aproximadamente 50 minutos) y es una de las playas más deseadas, solitarias y vírgenes de todo Menorca.
Cala Tortuga
Ubicada en la costa norte y con vistas al Far de Favàritx es una playa de fácil acceso aunque a veces puede resultar difícil de encontrar. Es también una playa virgen asentada en el parque natural de s’Albufera des Grau donde conviven varias especies animales y vegetales.
Muy cerca de Cala Tortuga encontramos también a su aislada vecina, Cala Presili, a la que también acaban acudiendo pocos bañistas. Para poder llegar hasta ellas tendrás que andar media hora por un camino con muy poca sombra.
Cala Pregonda
Ubicada en la costa norte, Cala Pregonda es también una playa prácticamente virgen con un elemento diferencial, la arena rojiza que la caracteriza y sus alrededores que te harán teletransportar a Marte. Presume de tener tres islotes que la suelen proteger de los vientos del norte y una rica vida marina que la convierte en una de las claras favoritas para la práctica de snorkel.
Para llegar tendrás que dejar atrás Binimel·là y Cala Morts (15/20 minutos andando aproximadamente). El parking es compartido con la vecina playa de Binimel·là, muy tranquila, amplia, larga y accesible.
Son Saura
Son Saura es una de las playas vírgenes más grandes de Menorca por lo que encontrar un buen lugar para dejar la toalla no va a ser un problema. Es de fácil acceso y tendría que ser un imprescindible en todas las visitas a la isla.
De arena blanca y con bastante vegetación es ideal para pasar un día tranquilo y de ensueño en familia, amigos o incluso solos escuchando las olas del mar y disfrutando de su vegetación. No es el Caribe pero se le parece y mucho.
2 comentarios
Super interesante. Gracias!!!! 🥰
Menorca enamora!! Artículo súper útil, me apunto esas playas para ir
MUCHAS GRACIAS🥰