Que el inverno no sea una de las estaciones favoritas por excelencia no significa que tengamos que esperar a que llegue la primavera o el verano para hacer planes de nuevo. El invierno sigue teniendo mucho que ofrecer y aunque a veces el frío o las pocas horas de luz nos puedan echar hacia atrás, aún nos queda un mes para poder exprimir al máximo todo lo que el invierno nos puede brindar.
1. Ir a esquiar y vivir una experiencia única en la nieve
Ir a esquiar es la principal atracción de cualquier estación de esquí pero suele no ser la única. Muchas estaciones ofrecen gran variedad de actividades entre las que destacan ir en trineo de perros, travesías en moto de nieve, rutas con raquetas de nieve e incluso subir a un telecabina donde poder disfrutar de las vistas sin necesidad de esquiar.
Pero no todo va a ser esfuerzo físico. En las estaciones de esquí también se pueden encontrar buenos restaurantes en los que sentarse a hacer un vermut y disfrutar de una comida a pie de pistas. Se trata, por lo tanto, de actividades que se juntan en un mismo espacio para hacer disfrutar tanto a amantes del esquí como a personas que simplemente buscan divertirse y salir de la rutina.
2. Sumergirse en aguas termales
No muy lejos de las estaciones de esquí encontramos varios baños termales en los que poder relajarse y olvidar las tensiones acumuladas durante la semana. Estos refugios de paz y tranquilidad son muy buscados después de realizar alguna actividad física aunque también pueden ser un muy buen lugar donde pasar la tarde, ver como se esconde el sol entre las montañas y disfrutar de un relajante baño acompañado de amigos y familiares.
Entre los centros termales más conocidos destacan el centro termal Angleo en Les Angles y el Spa Anfiteatro Saint Thomas, en la región del Sur de Francia.
3. Tirarse en paracaídas con la nieve de testigo
Saltar en paracaídas mientras observamos las montañas nevadas es ahora posible gracias a varias compañías especializadas en paracaidismo que están ubicadas en las principales cadenas montañosas de nuestro país. Un ejemplo sería Saltamos, centro de paracaidismo situado en el Pirineo Catalán muy cerca de la frontera con Francia.
¿Quién ha dicho que el salto en paracaídas tenga que ser en verano y al lado del mar? Sea o no sea tu primera vez saltando en paracaídas se trata, sin lugar a dudas, de una experiencia que recordarás el resto de tu vida ya sea por el impacto o las espectaculares vistas desde allí arriba.
4. Ir a patinar sobre hielo
Aunque sea una actividad que se puede realizar durante gran parte del año, lo cierto es que acoge un sentido más especial durante el invierno. Ya sea al aire libre o en Skating, pasar la tarde patinando sobre hielo es una actividad divertida y apta para todos los públicos.
En muchas ocasiones esta experiencia viene acompañada de buena música, risas y una merecida merienda ya que aunque no lo parezca, el ejercicio físico está muy presente en este plan.
5. Disfrutar de los platos de cuchara más tradicionales de la época
Los platos de cuchara son una muy buena forma de combatir el frio, una buena dosis de vitaminas y una explosión de sabores difícil de igualar. Cada región salvaguarda sus platos más típicos y, aunque se puedan disfrutar durante todo el año, lo cierto es que cuando más se saborean es durante la temporada invernal.
Por otro lado, la comida resulta ser una muy buena excusa para juntarse con amigos y familiares y, si se prepara un buen cocido, pocos declinarán la invitación de venir a probarlo.
6. Reponer fuerzas con una buena taza de chocolate caliente
Puede ser que salir a dar un paseo, especialmente cuando ya se ha ido el sol, acabe dando algo de pereza pero si se combate el frío con una buena taza de chocolate, la situación cambia. ¡No hay nada que no pueda solucionar una taza de chocolate caliente! Y si está acompaña de churros, aún mejor.
Está claro que no hay que abusar del chocolate pero lo cierto es que con el frío y el invierno acaba apeteciendo a todas horas. Si quizás no eres amante del chocolate, una alternativa para seguir paseando podría ser beber café o té caliente para llevar (aunque estos sean más comunes durante todo el año).
7. Pasar la noche en un Hotel Iglú
Se trata de uno de los planes más especiales y poco comunes ya que por razones climatológicas sólo se permiten huéspedes durante los meses de invierno. No hay muchos hoteles Iglú por lo que si te llama la atención tendrías que comenzar a reservar para poder asegurarte la noche esta temporada.
La experiencia suele incluir remonte y ruta nocturna hasta el iglú, cena y disfrutar de la noche en un enclave único sin ruidos ni contaminación. Entre los hoteles iglú más conocidos destacan el Hotel Iglú en Tena Park (Aragón), galardonado como la mejor experiencia turística de Aragón y Andorra Hotel Iglú Grandvalira, en Andorra.
8. Ver las series y películas del momento o leer un libro
El invierno suele ser un muy buen momento para darle una oportunidad a las películas que siempre has querido ver, leer un libro o para engancharte a una nueva serie. A veces, encontrar tiempo para dedicarse a uno mismo puede ser complicado pero siempre es necesario. Otra idea podría ser ver qué dan en la cartelera de tu cine de confianza, comprar un buen cubo de palomitas y disfrutar de un estreno.