Un viaje de contrastes a través de la historia y la cotidianidad china, donde monumentos y templos conviven con los más modernos rascacielos
Tras mucho mirar cuales serían los destinos de China que visitaríamos, decidimos que solo serían dos ciudades, sabemos que si lo comprimimos podíamos visitar alguna ciudad más, pero había dos motivos el más importante y que yo más valoraba, quería ir tranquilo sin agobios.
DÍA 17 DE MAYO 2015, PEKÍN
Tras un montón de horas de vuelo no recuerdo ni cuantas previa escala en Londres llegamos a Pekín.
En el aeropuerto todo facilísimo bien señalizado en ingles así que a la primera encontramos taxista y con nuestra dirección escrita en chino por supuesto llegamos sin problemas.
La primera impresión fue un poco decepcionante porque había una pátina gris en el cielo que pensamos que era debido a la enorme polución que nos dijeron que había.
El primer sitio a visitar fue la plaza de Tienanmen y el acceso a la Ciudad Prohibida aunque a esa hora ya no se podía visitar fue un acierto ir porque así ya nos informamos con certeza de los horarios de visita, lugar de entrada, taquillas etc porque la plaza es realmente enorme, desmesurada diría yo. Paseando llegamos a la zona de Quianamen es una zona típicamente comercial con multitud de tiendas de suvenires, etc.
Pero cuando te adentras por las pequeñas bocacalles entras en los famosos hutongs que son las antiguas casas pekinesas de planta baja, calles estrechas con multitud de puestos de comida y demás tiendas pero para los locales no meramente para el turista y ahí fue cuando Pekín nos conquistó: tan distinto, tan autentico, tan impensable en occidente.
DÍA 18 DE MAYO, PEKÍN Y LA GRAN MURALLA
Y llego el día tantas veces soñado iba a visitar ¡¡¡la Gran Muralla!!!
Anteriormente y tras consultar diversos blogs y diarios no decidimos a visitar la sección de Mutianyu.
Hay tres secciones de muralla que se pueden visitar todas están algo alejadas de Pekín la más cercana y popular es la de Badaling que descartamos porque es la más visitada y viendo la de chinos que hay promete ser hasta agobiante. Otra opción es Samutay pero es la más deteriorada porque no está del todo restaurada y la califican como de treking así que la descartamos también.
Para ir a Mutianyu hemos barajado las diferentes opciones de transporte la más usual es contratar una visita guiada en el hotel o en las numerosas agencias que encuentras e incluso captadores de clientes que te abordan por la calle y nos decidimos a ir por nuestra cuenta, contratar un taxi y así disponer del tiempo a nuestro antojo y no de las paradas obligadas que con lleva el ir en grupo.
La gran Muralla esta alejada creo recordar que a casi dos horas atascos de Pekín incluidos pero no se hace largo para nada. Vamos viendo el paisaje con campos inmensos de frutales.
Por fin llegamos y vemos que está todo muy bien organizado y sobre todo que hay poca gente para la cola de las taquillas lo cual es muy buena señal. Primero te vas acercando en un autobús del parque y llegas ya a los pies de la muralla y ahí decides subir andando, en teleférico o en un telesilla y luego bajar en un tobogán por la montaña, por supuesto elegimos esta porque parece la más divertida.
Montamos en un telesilla y en un momento estamos arriba. Nos quedamos sin palabras, está claro que estamos en una de las siete maravillas del mundo moderno.
Bellísima, enorme, majestuosa, sinuosamente se desliza por el perfil de la montaña rodeada de un maravilloso bosque, nos comenta nuestra acompañante que la visita en otoño es impresionante, pero no nos importa ahora también lo es. Paseamos sin prisa disfrutando de esta maravilla ,disparando cientos de fotos, es imposible que salga mal. Además tenemos suerte de que aunque hay gente no es demasiada y esta se dispersa así que nos deja momentos de soledad. Ni en sueños lo había imaginado la Gran Muralla para nosotros solos!!!
19 DE MAYO, PEKÍN, CIUDAD PROHIBIDA
Hoy tenemos pensado visitar la ciudad prohibida el destino estrella en la ciudad de Pekín.
Nos levantamos pronto pero sin darse mucho madrugón que el día es largo, es lo bueno de ir en el mes de mayo los días son largos y sin pasar agobios de calor.
Ya cuando salimos del metro nos empezamos a asustar, ¡madre de Dios parece que media China está allí!
Para acceder a la plaza de Tienanamen hay que pasar por un control policial y eso ralentiza el acceso, pero la verdad es que enseguida estamos dentro. Para entrar a la ciudad prohibida hay que atravesar la puerta debajo del famoso retrato gigante de Mao Tse Tung, y nuevamente nos quedamos asustados de la cantidad de gente que había para entrar a la ciudad prohibida, debo reconocer que por un momento dude si podríamos visitarla, la verdad la otra media China que faltaba estaba allí.
Ya dentro decir que es enorme hay cientos de pabellones todos perfectamente restaurados y delicadamente cuidados parece que no ha entrado nadie en años, además tenemos la suerte de que hay una visita oficial por lo que se accede de una manera ordenada y hay zonas en las que no hay gente lo que resulta perfecto para las fotos, además es un recinto tan inmensamente grande que la gente se reparte y no hay sensación de multitud en ningún momento.
Ya fuera damos un paseo alrededor sacando unas fotos, toda la ciudad prohibida esta rodeada de agua, se podría decir que es un foso como los de los castillos pero lleno de agua. Justo enfrente de la ciudad prohibida esta un parque con una colina y en la cima hay un precioso templo se llama la Colina del Carbón y para arriba que vamos. Hay que sacar entradas para acceder al parque y subir pero es muy económica y además las vistas prometen ser maravillosas.
Y para acabar la tarde nos vamos al Silk Market, famoso en todo el mundo por las falsificaciones de casi absolutamente todo.
20 DE MAYO, PEKÍN, EL PALACIO DE VERANO
Está alejado del centro de Pekín pero hace cosa de un año ha habido una ampliación de la línea de metro y lo que antes suponía contratar una excursión adicional o a un taxista por horas hoy se limita a poder acercarse en metro en la hora que más oportuna te parezca y poder extender la visita a tu antojo. Tiene dos salidas de metro próximas al mismo porque es realmente enorme.
Escogemos una para entrar por una puerta del palacio y cruzarlo visitándolo y salir por otra puerta que tiene acceso a la otra parada de metro. Tengo que aclarar que el Palacio de Verano no es únicamente un palacio en sí mismo, sino que es un recinto con numerosos pabellones, torres, corredores, pagodas y hasta un enorme lago. Así paseando llegamos a la puerta por la que se accede al Pabellón de la fragancia del Buda sacamos la entrada y colina arriba que vamos. Las escalinatas son largas y empinadas pero las subimos embelesados porque están bellísimamente decoradas con pinturas de alegres colores.
Una vez arriba otra vista de las que quitan el hipo, con su enorme lago y la multitud de tejadillos y el precioso corredor a nuestros pies. Con todo esto llegamos a la zona llamada Shuzou en homenaje al pueblo del mismo nombre.
Parque olímpico. Con motivo de las olimpiadas se abre una línea de metro nueva exclusivamente para el acontecimiento.
Cuando llegamos nos sorprende ver la multitud de gente visitando la zona y todos chinos, somos de los pocos occidentales que hay, de hecho somos tan llamativos que nos sacan unas cuantas fotos, unas con y otras sin permiso. Damos un paseo por la zona que es enorme y con un pequeño bosque al fondo y hacemos tiempo hasta que anochece para verlo iluminado.
21 DE MAYO, ÚLTIMO DÍA EN PEKÍN
Hoy es nuestro último día en Pekín. Lo tenemos reservado para ver el Templo de los Lamas y el Templo del Cielo. Vamos a visitar primero el templo de los Lamas es el mayor templo budista fuera del Tíbet y recibe innumerable visitas de fieles y turistas es el templo más visitado de Pekín.
En cuanto salimos del metro nos damos cuenta que el ambiente cambia, se respira ese sosiego que acompaña al budismo y sus monjes. Nada más entrar al templo nos dan un paquete de incienso para quemar a la entrada del templo. Patio tras patio se enlazan uno con otro los distintos pabellones con sus preciosas tallas de Buda en diferentes estados, todos maravillosamente decorados con flores y vivos colores. Dedicamos un buen rato a visitarlo porque es el templo más bonito que hemos visitado o al menos el que más nos ha gustado por la paz que en él se respira.
Nuevamente nos encaminamos al metro hacia el Templo del Cielo tiene una parada junto al mismo parque.
El templo se encuentra dentro de un enorme parque al que multitud de chinos van a pasear y a realizar sus aficiones favoritas. Hay gente bailando, practicando la escritura tradicional china en el suelo con agua y enormes esponjas con forma de pincel y también suele ser sitio de reunión para volar cometas, pero nosotros no tenemos la suerte de presenciarlo.
Para acceder al mismo puedes sacar la entrada solo para el parque o la combinada que también te permite acceder a al Templo del Cielo y demás recintos cerrados.
Nos encaminamos a visitar el templo que en realidad no se trata de ningún templo en el que vayamos a encontrar gente rezando ni quemando incienso, pero si un precioso edificio circular encaramado en lo alto de una especie de plazoleta. Hay multitud de gente visitándolo y también es el sitio elegido por las parejas de novios chinos para sacarse las fotos, nos llaman mucho la atención porque en su mayoría van vestidas de rojo, lo cual nos resulta rarísimo.
Continuamos por el parque y visitamos el Altar de la Luna y paseamos viendo a los chinos haciendo ejercicio pero comentamos que sin embargo corriendo no hay ninguno, la fiebre por el running todavía no ha llegado.
Muy cerquita del parque esta el otro mercado imprescindible de visitar el Mercado de las Perlas. Así que allá vamos, los dos tenemos claro que no vamos a buscar nada en particular pero si surge algún chollo no lo vamos a desperdiciar claro está.
Nos encaminamos a Nanlougo Xiang, es una calle en la que los antiguos hutongs se han convertido en una animadísima calle comercial con multitud de tiendas, bares y puestos de comida. Abarrotada de gente, en su mayoría jóvenes, debo decir que a nosotros no nos gusto mucho la verdad, aquí solo queda de la auténtica China los edificios porque el comercio es como en cualquier ciudad occidental.
22 DE MAYO, LLEGADA A SHANGHÁI
Hoy abandonamos Pekín en dirección a Shanghái. Lo hacemos en avión con la compañía aérea Air China. El vuelo es corto creo recordar que 1 hora y media más o menos. Ya en el mismo aeropuerto nos encontramos con una de las muestras de que la antigua China quiere dejar paso a la nueva y destacar como la potencia tecnológica que es. El método más rápido, sencillo y económico de llegar al centro de Shanghái (hay que decir que está alejado) es mediante del tren más rápido del mundo el Maglev. Este tren circula por levitación magnética y alcanza los 430 km/hora. Su aspecto es totalmente futurista y te deja en menos de 20 minutos
23 DE MAYO, SHANGHÁI
Para hoy tenemos pensado ir al templo más importante de Shanghái, el templo del Buda de jade.
Para ello nos encaminamos al metro. Aquí también es muy moderno y perfectamente señalizado y no tenemos problema ninguno para utilizarlo, lo único molesto es que en todas las estaciones es que hay máquina de rayos X para controlar los bolsos y mochilas y hay que estar quita y pon todo el rato.
Este templo es uno de los pocos monasterios budistas en activo que existe en la ciudad. Su nombre se debe a un Buda de tamaño más que considerable de jade verde clarito traído desde Myanmar (antigua Birmania) y a otro Buda de aún mayor tamaño, pero este recostado. Además en los jardines hay una preciosa colección de bonsáis.
Nuevamente en metro ahora nos acercamos a Tianzifang.
Tianzifang es una maraña de callejones tradicionales pero con una bulliciosa mezcla de restaurantes, tiendas, cafés y un sitio para perderse y deambular sin rumbo fijo.
Lleno de tiendas de artesanía y souvenirs paseamos encantados y además vemos que es el sitio perfecto para parar a reponer fuerzas.
Tomamos el metro esta vez con destino a la Plaza del Pueblo lugar donde comienza la calle comercial más famosa y concurrida de todo China, la calle Nanjing.
Esta calle es realmente larga, llega hasta el Bund, así que la recorremos tranquilamente disfrutando del ambiente y pensando que por la noche cuando todas las luces de neón brillen será todo un espectáculo. Aquí somos conscientes de la globalización, cualquier firma occidental que se precie está aquí representada y la fiebre capitalista de este país “comunista” es latente. El consumismo ha llegado con todo su poder y firmas como Apple tienen sus tiendas abarrotadas sin dar abasto a atender a tanta gente, de hecho hay que esperar cola para poder entrar, alucinante.
Por fin llegamos y la silueta de Pudong se vislumbra entre las nubes. Según llegas recién finalizada la calle Nanjing es un multitud agolpada en la barandilla para tener la mejor vista, pero el paseo marítimo es larguísimo y enseguida la gente se dispersa y la vista es realmente increíble, a día de hoy es el paseo marítimo más bonito que he visto sin dudarlo.
Además de ver del otro lado de la ría Pudong la parte más moderna de toda China con los rascacielos más increíbles, no podemos dejar de maravillarnos con los preciosos edificios de nuestro lado de la ría El Bund. Todos sus edificios son art decó y neoclásicos de la época colonial, hoy en día convertidos en hoteles de lujo, bancos…
24 DE MAYO, SHANGHÁI
Hoy nos vamos a ir a una población cercana a Shanghái, se llama Quibao. Con el crecimiento de la ciudad y la ampliación de la red de metro se puede ir a ella en este medio de transporte, lo cual hace que la visita sea sencilla, rápida y económica.
Quibao es una ciudad que se caracteriza por sus canales haciendo de ella un punto de visita ineludible. Una vez que llegamos en metro hay un ratito caminando pero son muchos los visitantes que acuden así que no hay perdida posible. Paseando enseguida llegamos y nos encontramos con uno de los sitios donde más turistas hay (en su mayoría chinos).
25 DE MAYO, SHANGHÁI
Tenemos suerte y vuelve a salir un precioso día soleado así que hoy nos vamos a visitar la zona del bazar y los jardines de Yuyuán. La zona del bazar no nos resulta muy atractiva ya que son multitud de tiendas y cafés con arquitectura china pero moderna. El ambiente es muy agradable y para los jardines que vamos.
Los jardines son realmente preciosos, al más puro estilo chino con esa fantástica combinación entra árboles, pabellones, corredores y estanques llenos de carpas hacen que sea una delicia pasar y perderse en ellos. Aunque son un uno de los puntos más visitados de Shanghái son realmente grandes y en ningún momento sufres una visita masificada aunque a la entrada parezca va a ser así.
Una vez visitada esta zona que podemos considerar la mas tradicional nos dirigimos a Pudong zona financiera y ultra moderna, casi futurista, no olvidemos que tres de los rascacielos están entre los más altos del mundo, están formando un pequeño triangulo. Llegamos en metro a la estación que lleva su nombre, es la forma mas fácil y rápida de llegar, otra posibilidad es pasar por un túnel pero nuestra guía lo describe de forma nada atractiva.
De este lado de la ría no hay cabida para el pasado, ni las tradiciones todo es acero y cristal y el diseño arquitectónico más vanguardista. Los rascacielos son realmente imponentes se te dobla el cuello para verlos enteros. Hace algunos años estuvimos en Nueva York y ahora aquí somos conscientes de lo mucho más altos que son estos, aunque si que es cierto de que aquí hay menos.
26 DE MAYO, SHANGHÁI
Afortunadamente amanece el día con alguna nubecilla pero nada importante, el resto de días a medida que pasan las horas despeja completamente y hoy que vamos al rascacielos esto es fundamental para que disfrutemos plenamente de la visita.
Nos hemos decidido a ver el World Financial Center es el segundo más alto, pero el primero más alto es tan nuevo que aún no se puede visitar, ni siquiera esta ocupado, es la Torre de Shanghái y es el segundo rascacielos más alto de mundo, solo superado por el Burj Khalifa de Dubái.
Después de pasar un control como el de los aeropuertos rápidamente estamos en un ascensor que sube como un cohete hasta creo recordar el piso 88. Este edificio se le conoce como el abrebotellas por su parecido a dicho utensilio y estamos en por decirlo de alguna manera en la parte de abajo. Después de sacar alguna que otra foto cogemos el ascensor de nuevo que nos lleva al piso 100 la parte más alta que se puede visitar. ¡La vista es increíble! Justo al lado tenemos la Torre Jinmao que es realmente preciosa con su entramado metálico (dicho entramado hace que sea “relativamente fácil de escalar” lo han hecho en tres ocasiones).
Desde nuestro mirador se ve pequeña y a la vez te das cuenta de lo realmente enorme que es la Torre de Shanghái cuando se pueda visitar será un auténtico espectáculo. Sacamos innumerables fotos y nos damos por realmente satisfechos aunque sea caro vale mucho la pena nos ha encantado.
La Perla de Oriente es el más antiguo de todos pero es la figura más emblemática del Shanghái moderno. Cuando la visitas te das cuenta de que ya tiene unos cuantos añitos pero no por ello pierde ni pizca de atractivo al contrario le da un aire retro encantador. La vista es inmejorable tienes de un lado a los tres gigantes justo enfrente y si das media vuelta tienes la ría y la vista de todo Shanghái a tus pies ¡impresionante!
Aquí hay dos paradas la esfera superior ambientada como si estuvieras en una nave espacial y una un poquito más abajo con el suelo de cristal que hace que te sientas totalmente en el aire, al principio da un poco de impresión.
Con esto damos por finalizada nuestro viaje a China, debo decir que ha sido mucho más fácil de lo que nunca hubiera imaginado, el idioma no resulto una frontera insalvable, por contrario siempre intentaron ayudarnos con una sonrisa y eso siempre deja buen sabor de boca.
Publicado en el Nº19 de Magellan