“Un poco tarde” pensarán, pero de vez en cuando me dejo las cosas para última hora y luego pasa lo que pasa, que me encuentro un 5 de enero escribiéndoles ésta, mi carta a los Reyes Magos. Así que con la ínfima esperanza de que la lean, aquí les dejo mis deseos viajeros para 2017:
Oslo
Este ha de ser el año, llevo ya muchos tiempo queriendo visitar la capital Noruega. Desde hace varios años me atrae el norte de Europa, pero Oslo tiene algo que el resto no tiene, tiene El Grito de Munch. Y para mí, razón más que suficiente para visitarla.
El nuevo Aponiente
En 2015 probé en el Bistreau del Hotel Mandarin Oriental de Barcelona un “extracto” de la cocina de Ángel León. Sé que aún no “justifica el viaje” -esperemos que este 2017 lo haga- pero son muchas ganas. Aunque Majestades, si tienen problemas con la reserva y me lo cambian por… no sé, Mugaritz, por ejemplo, no pasaría nada.
Festival de música
Viajar con música de fondo es genial, es ponerle banda sonora al viaje. Es escuchar esas canciones, cerrar los ojos y volver a aquel lugar. Bien, ahora imaginen viajar y que la razón del viaje sea la música, la música en directo además. Impagable. Un par de abonos para Canet Rock no estarían mal Majestades.
Volver a Roma
Siempre he oído hablar de Roma muy bien, mi tía ha vivido muchos años ahí y mi tío es romano. Uno de mis mejores amigos la visitó el año pasado y quedó maravillado. Personalmente conozco Roma, poco, pero puedo decir que he estado. Lo que aún no he conseguido es hablar así de bien sobre ella. Quizá deberíamos volver a vernos…
La Ruta 66
Esto son palabras mayores, pero son viajes que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Furgoneta, carretera, amigos de verdad y 3 semanas para cruzar el país. Tampoco pedimos tanto, no? No sé, no pedimos hacerlo en un Cadillac descapotable, ni una suite en Las Vegas, pero ya saben Majestades, si lo quieren hacer realidad, no seremos nosotros los que pongamos pegas.
Dublín
Me quedé con el gusanillo de conocerla en el verano de 2015, y me estoy dando cuenta de que 2017 va a servir -o al menos lo vamos a intentar- para hacer todos esos viajes que se quedaron pendientes en el pasado.
Calella de Palafrugell
A Calella tengo ganas de volver, pero con calma, sin prisa alguna. 3 /4 días de no madrugar, no mirar el reloj, desconectar de todo, de no tener horarios para nada, hacer y deshacer como a uno le plazca. 3/4 días de Spensieratezza. Un apartamento, a ser posible, cerquita de la playa, en el que poder abrir el balcón y ver el sol, la arena, el mar. Ya saben, “todo es más sencillo frente al mar”.
Valencia
Algo está pasando en Valencia culturalmente hablando y me gustaría verlo de primera mano. Evidentemente para verlo bien necesitaría mínimo una semana, aunque con tener tiempo para conocer un poco mejor la cuidad y comer en Sucede, de momento, insisto, de momento, me conformo. Ya tendremos tiempo de visitar a Ricard Camarena, Quique Dacosta y a Begoña Rodrigo.
Y no duden de que no faltaremos a las citas anuales con Donosti, Bilbo y, ojalá -tómenlo como una última petición Majestades-, París.
Y ustedes, ¿qué les piden? Cuéntenmelo en los comentarios.
¡Feliz 2017!
1 comentarios
Querido Gonzalo, bonita carta a los Reyes Magos. Seguro que más de un destino de los que les pides te lo van a conceder.
Particularmente me inspira mucha ternura ROMA y desde que la descubrí alla por los años-80 (del siglo XX, jaja) casí cada año no me perdía unos días para visitarla, aunque fuera de pasada.
En invierno, primavera, verano y otoño, Roma tiene “duende”. A pesar de sus calles “rotas”, de la cantidad de gente que siempre anda por ahí, etc. etc….., es una ciudad que me encanta y ya me toca volver. Espero que te “fascine” ese reencuentro, ahora de mayor como a tantos otros nos fascinó en su momento.
En cuanto al resto, “chapeau”!!!!! A por ello. Un fuerte abrazo .