Cada año un mayor número de españoles se anima a hacer un crucero. En 2018 fueron más de 500.000 y cifra va en aumento. Los recorridos son infinitos y, aunque no parezca posible, cada temporada se proponen decenas nuevos. El buscador de cruceros más rápido del mundo www.aquotic.com ha preguntado a sus usuarios cuáles son sus puertos favoritos, tanto como destinos en sí mismos como por lo espectacular de su entrada o salida, una sensación que marca buena parte del éxito del propio crucero. Entre los seleccionados, triunfan, como es natural, los puertos europeos, que es donde principalmente se desarrollan los itinerarios. Estos son los diez favoritos de los cruceristas españoles:
La Valeta (Malta)
La mejor forma de apreciar la capital de Malta es, sin duda, desde el mar. Por eso la llegada al puerto de La Valeta o la salida de él es un espectáculo único. El sol da un brillo especial a las murallas y fortalezas que rodean la ciudad construida en la segunda mitad del siglo XVI por el francés Jean de la Valette y plasmada por la Orden religiosa y militar de San Juan de Jerusalén. Los más de 300 monumentos que se levantan en poco más de medio kilómetro cuadrado, entre ellos las características Posadas con las que los representantes de cada país competían en belleza y esplendor, destacando la Posada Castilla, sus calles con un suelo liso de piedra pulida al milímetro, sus casas con balcones y detalles medievales desprenden una gran belleza como si el tiempo no hubiese pasado, sin mencionar otros lugares de interés como sus playas o sus locales y restaurantes frente al mar.
Bergen (Noruega)
Ya desde lejos llaman la atención la hilera de casas de brillantes colores que rodean el puerto de Bergen, puerta de entrada a los fiordos noruegos y fue una da las principales ciudades de la potente Liga Hanseática. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1980 y algunas se remontan a más de 900 años. Algunas de ellas albergan hoy museos, como el de Bryggen, que muestra la historia de la ciudad, el Museo Theta, sobre un grupo de resistencia a los alemanes durante la II Guerra Mundial y el Museo de la Hansa, dedicado a los años de gran importancia comercial.
Dubrovnik (Croacia)
Sin duda la mejor forma de llegar a esta ciudad croata es por mar, ya que permite disfrutar de la experiencia de atracar en uno de los puertos más antiguos y emblemáticos del Adriático. No siempre es posible atracar en el puerto antiguo y a veces hay que hacerlo en el puerto de Gruz, un poco más lejos, pero aunque sea en la distancia la vista de la ciudad es espectacular, ahora más de moda que nunca gracias a la serie Juego de Tronos. No hay que perderse hacer un recorrido tranquilo por el centro amurallado de la ciudad, prácticamente peatonal, sus calles con un suelo liso de piedra pulida al milímetro, sus casas con balcones y detalles medievales desprenden una gran belleza como si el tiempo no hubiese pasado.
Marsella (Francia)
Además de ser el mayor puerto comercial de Francia, el Puerto Viejo es uno de los más bellos, con una panorámica espectacular que ha cambiado sensiblemente desde que la ciudad fue Capital Europea de la Cultura en 2013 y se creó junto a uno de los fuertes que guardan la entrada el de San Nicolás y el de San Jean el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo. La Basílica de Notre Dame de la Garde domina el puerto y la ciudad desde lo alto de un cerro, y es posible verla desde todas partes. No muy lejos está el Castillo de If, una fortaleza del siglo XVI que se levanta en una isla pequeña en plena bahía de Marsella y en el que se situó buena parte de la acción de la novela El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas.
San Juan (Puerto Rico)
La llegada a San Juan de Puerto Rico viene anunciada por la visión del castillo de San Felipe del Morro: uno de los principales vestigios militares de la época colonial española. Y desde él se accede al viejo San Juan el barrio histórico de la capital puertorriqueña, declarado Patrimonio de la Humanidad. Aunque pasear por sus calles con adoquines que fueron el lastre de los barcos españoles que llegaban a la isla y que producen un cálido sonido y un brillo peculiar debido al componente de plomo que tienen y contemplar sus casas de colores es ya una experiencia interesante, no está mal dejar un tiempo para visitar la catedral de San Juan Bautista y, justo detrás, la Plaza de Armas, donde se ubica el Ayuntamiento de San Juan.
Sydney (Australia)
Pocas imágenes son más elocuentes y famosas que las del puerto de Sydney en Australia. Con el icono de la Casa de la Ópera y los Jardines Botánicos Reales, sobre el fondo de rascacielos, el puente del Puerto al que es posible subir para contemplar una espectacular vista de la ciudad y sus alrededores. Justo al lado está Circular Quay, una terminal de transbordadores situada en el límite del centro de Sydney y centro vibrante de la ciudad. También allí están los edificios que albergaron las prisiones a las que llegaban los condenados desde Reino Unido, convirtiéndose en los primeros colonos de Australia. Hoy las antiguas celdas son restaurantes de lujo y galerías de arte.
Cartagena de Indias (Colombia)
A través de sus impresionantes fortificaciones que rodean el puerto, sus calles empedradas y sus fachadas coloridas, Cartagena de Indias lleva a sus visitantes de regreso al siglo XVI, a la época colonial, cuando la ciudad era el puerto principal de la corona española y epicentro de ataques regulares de los piratas ingleses y los bucaneros franceses. La actual entrada a la bahía es una magnífica muestra de aquellos tiempos memorables. Los fuertes San José y San Fernando se alzan imponentes y dan la bienvenida a los turistas que llegan en crucero desde algún lugar del Caribe, como un aperitivo de lo que verán en la ciudad. Declarada por la Unesco como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, Cartagena se ha convertido en un apetecido destino turístico del Caribe y de Latinoamérica. Muchos de sus visitantes la consideran una de las ciudades más hermosas y fascinantes del mundo.
Nueva York (Estados Unidos)
Para muchos, la entrada o salida en crucero de Nueva York es la más espectacular del mundo, bajo la mirada vigilante y la antorcha encendida de la Estatua de la Libertad. Una mirad también de esperanza para los millones de emigrantes que el siglo XIX y XX llegaban a Ellis Island para empezar una nueva vida. Aunque en la ciudad hay mucho que visitar, vale la pena reservar un tiempo para pasear por el sureste de Manhattan, muy cerca del puente de Brooklyn, donde se encuentra el barrio de South St Seaport, el antiguo puerto de Nueva York. Aunque ocupa solo unas manzanas, es una de las zonas favoritas de los turistas por los vestigios del pasado marítimo, como los muelles, edificios y almacenes históricos, hoy son hogar de restaurantes, tiendas y zonas de recreo para los neoyorquinos y visitantes.
Singapur (China)
Aunque el puerto de cruceros de Singapur está un poco alejado del centro de la ciudad, ya desde lejos se aprecia su perfil de rascacielos y edificios de ciencia ficción, anticipo de lo que espera en la visita a esta ciudad que se ha convertido en uno de los destinos de moda del mundo. Pero entre paredes de hormigón y acero, Singapur es también una isla de naturaleza. Sus Gardens by the Bay representan el jardín botánico del futuro, un lugar de fantasía con biodomos de la era espacial, superárboles de última generación y extravagantes esculturas. Esta obra maestra de la planificación urbana es tan emocionante para los amantes de la arquitectura como para los de la naturaleza. Otro ejemplo es el Jardín Botánico, donde el ruido del tráfico y de casi 6 millones de voces se desvanece entre las ramas y todo es un tranquilo paraíso. Y justo al lado está Orchard Rd, un torrente de centros comerciales, grandes almacenes y tiendas especializadas, capaces de saciar hasta a los más compulsivos.
Y en España: Mallorca
España es uno de los países europeos que más cruceristas recibe, se estiman en más de 10 millones en 2018, según ha podido comprobar Aquotic.com. En los cuatro primeros meses de 2019 se registraron en España cerca de 2,8 millones de pasajeros. Puertos canarios, catalanes y baleares son los más frecuentados. Pero el preferido por los españoles que aman los cruceros es Palma de Mallorca. Con la catedral como punto de referencia y todo el laberíntico casco antiguo al lado, el puerto de Palma recorre todo el paseo Marítimo de más de 5 kilómetros que fue literalmente robado al mar en los años sesenta y con más de 600 palmeras. Alrededor del Puerto de Palma de Mallorca se concentra toda la vida nocturna de la ciudad, con infinidad de restaurantes, bares y grandes discotecas.