Alentejo es una región extensa, esencialmente rural y escasamente poblada, que ocupa cerca de un tercio del territorio portugués. La belleza del paisaje y la calidad de su patrimonio arqueológico, monumental, arquitectónico y etnográfico, junto con la excelencia de su gastronomía y de sus vinos, le confieren las mejores condiciones para perderse y conocer sus tradiciones. Este 2021, proponemos vivir el Alentejo más tradicional y redescubrir la región que no deja de sorprender seas el tipo de viajero que seas.
Para los amantes de la cultura, el Cante Alentejano
Alentejo cuenta entre su patrimonio cultural con una expresión musical genuina, única en el mundo, que es el Cante Alentejano, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Se interpreta por coros formados hombres y mujeres sin ningún instrumento musical, y es una manifestación popular característica de los municipios del distrito de Beja, en la región históricamente conocida como Bajo Alentejo.
Para los viajeros gastronómicos, los sabores más exquisitos
Los productos de la tierra acompañados por la gran calidad de sus vinos convierten a la cocina alentejana en una experiencia única para los amantes de la gastronomía. Sus más de 22.000 hectáreas de viñedos convierten al sector vinícola en el gran promotor turístico de la región, que cuenta hasta con ocho zonas Denominación de Origen: Portalegre, Borba, Redondo, Reguengos, Vidigueira, Évora, Granja/Amareleja y Moura.
No se puede hablar de la gastronomía alentejana sin mencionar uno de sus platos típicos, la açorda alentejana. Se trata de una sopa típica de Alentejo, que se asemeja a la sopa de ajo española, aunque con dos particularidades, el uso de cilantro fresco y que se utiliza un fondo de caldo de pescado, resultado de escaldar el bacalao, pescado por excelencia de la cocina portuguesa. Alentejo cuenta también, entre sus exquisiteces gastronómicas, con un queso elaborado con leche de oveja que posee una Denominación de Origen Protegida concedida por la Unión Europea, se trata del Queijo Serpa (DOP).
Para los más curiosos, las ciudades de mármol alentejanas
En Alentejo, existe un rincón en el distrito de Évora que aglutina tres localidades tan bellas como únicas. Se trata de Estremoz, Vila Viçosa y Borba, las conocidas como ciudades de mármol de Portugal.
En la zona de Estremoz, hay tanto mármol de buena calidad que hasta los adoquines están hechos con este material. Es una ciudad sencilla que destaca por su castillo y sus casas de estilo gótico, pero a la vez, es un gran centro de actividad comercial donde es posible adquirir cerámica, de muy buena calidad, y sabrosos manjares.
Borba es la más pequeña de las ciudades de mármol portuguesas situadas en el interior del Alentejo Central. La presencia del mármol es una constante en gran parte de Borba, se puede observar la presencia de mármol en los marcos de las puertas, en las ventanas, en las fuentes y en los edificios, lo cual contribuye a la belleza de este pintoresco pueblo.
Si bien merece la pena conocer las otras ciudades, Vila Viçosa resulta imprescindible. En ella se puede visitar la Plaza de la República y el suntuoso Palacio Ducal, con su espectacular fachada marmórea de 110 metros y que resulta ser uno de los más grandes de Portugal.
Alrededor de Vila Viçosa, Barbo y Estremoz se suceden numerosas canteras de mármol, de manera que es posible hacer una ruta para conocer algunas de las más destacadas y aprender de primera mano cómo se extrae el mármol blanco y rosa, uno de los materiales que identifican al Alentejo Central.
Para los más aventureros, actividades al aire libre
La Ruta Vicentina es sin duda, una de las mejores opciones para aquel que busca hacer deporte rodeado de naturaleza y bellos paisajes. Esta gran ruta pedestre, que se desarrolla a lo largo de un total aproximado de 400 kilómetros de una de las zonas costeras más bellas y mejor conservadas de Europa, está formada por dos recorridos principales y ocho circulares, y sorprende por la diversidad de paisajes. El camino histórico, con 230 km, es el recorrido más largo y sale de Santiago do Cacém hasta el cabo de San Vicente. Es un itinerario rural, compuesto por 12 etapas que atraviesan caminos forestales, pueblos y aldeas con siglos de historia, y puede recorrerse a pie o en bicicleta.
En la zona fronteriza de Alentejo con España, destaca un conjunto de once recorridos que se localizan entre la zona de influencia del río Guadiana y del embalse de Alqueva, una región de gran diversidad paisajística, natural y patrimonial. Esta red de pequeños senderos peatonales, con distancias entre los 8 y los 20km y con grado de dificultad de fácil a difícil, hacen un total de 159 km de rutas, que buscan representar lo mejor del territorio de cada uno de los municipios incluidos.
Existen también aventuras acuáticas llenas de adrenalina, en las que el descanso no está permitido, canoas, hydrospeed de profundidad y descenso de ríos, surf, windsurf, kitesurf, piraguismo, kayac, buceo y vela, entre otros.
Más información en: www.visitalentejo.pt/es/
Alentejo, el sur de Portugal sin prisas y sin pausas