Hay un lugar escondido en la Riviera Nayarit (México) que llama la atención por su ubicación y sus características naturales. Desconocido por la mayoría, La Tovara es un espectáculo vivo de la naturaleza que te adentra en el México más salvaje e inexplorado; un paraíso terrenal que te eleva al cielo sin apenas salir de él. Este parque nacional es hogar de diversas especies de animales que conviven formando un ecosistema único y sorprendente, y sin duda es una parada obligatoria en tu recorrido por la región.
Junto al mítico puerto de San Blas, buen recuerdo de la canción de Maná, se encuentra la bahía de Matanchén. Bañado por las aguas del Océano Pacífico y formando parte de la Reserva de la Biosfera de Marismas Nacionales, se abre ante nosotros un complejo sistema natural de manglares y uno de los ecosistemas del Pacífico mexicano con las mayores poblaciones de fauna silvestre.
La Tovara, que significa agua que nace entre piedras calizas; es una importante muestra de la biodiversidad de México. Y es que las características del terreno, donde las complicadas estructuras de ramas y helechos no dejan penetrar prácticamente la luz del sol, propician que el interior de La Tovara albergue más de 700 especies de plantas y fauna. Situación que le valió en 2008 el distintivo Ramsar como humedal de importancia internacional.
199 especies de aves, 90 mamíferos, 22 reptiles, nueve anfibios, 160 insectos, 31 peces, tres moluscos y tres crustáceos. Se dice pronto, pero todos ellos conviven en La Tovara. Entre los venados cola blanca, jaguares, guacamayos verdes, coatís y un largo número de animales, los cocodrilos son uno de los principales reclamos, con una población estimada de más de 100 ejemplares.
Para visitar el parque puedes tomar una lancha en el embarcadero turístico. La experiencia mejora considerablemente acompañado de un guía experto que te ayude a identificar la fauna y flora del lugar, y que aporte datos curiosos como que la leña de manglar es el ingrediente principal para la preparación del famoso pescado zarandeado, típico de la Riviera Nayarit.
La actividad más emocionante, sin duda, es el baño en el estanque natural de agua dulce que se encuentra en el interior de La Tovara. Quienes deseen disfrutar de un chapuzón en las aguas cristalinas del manantial, irán protegidos con mallas para impedir la entrada de los majestuosos cocodrilos.
Y si no eres tan aventurero, siempre puedes deleitarte con el avistamiento de aves como la garza canela, pájaros carpintero, halcones, loros y gaviotas. La región es de suma importancia para la conservación por la alta concentración de aves acuáticas y semiacuáticas residentes y migratorias de Estados Unidos y Canadá, que vienen a refugiarse del frío invernal a estos manglares. De hecho, la Riviera Nayarit es uno de los destinos internacionales más importantes para el avistamiento de aves.
Lugares como este hacen de Riviera Nayarit un destino único en el mundo y un paraíso para los amantes de la naturaleza. La Tovara es un santuario inexplorado que te traslada en el tiempo y te lleva a disfrutar de un edén salvaje e intacto.
Más información en: www.rivieranayarit.com.mx
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