A veinte minutos del Aeropuerto de Gando y a poco más de media hora de la capital, la isla de Gran Canaria ofrece un espectacular entorno natural que marca distancias, y de qué manera, con el bullicio y la aglomeración que suele acompañar al turismo de playa. El Barranco de Guayadeque emerge desde el abismo insular para presentarse como un mágico e inquietante escaparate que cubrirá las más exigentes expectativas de quien siente pasión por la naturaleza y la historia.
Un paraíso para el senderista, un refugio para aquel que sólo aspira a vivir la vida sin prisa o un regalo para los sentidos. Todas ellos y muchas más son la mejor forma de expresar qué significa conocer por primera vez uno de los lugares menos conocidos pero de mayor belleza del archipiélago canario.
Declarado Monumento Natural por la Ley de Espacios Naturales de Canarias y Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica por la ley de Patrimonio Histórico de Canarias, este espacio provoca fascinación al visitante, hasta el punto de provocarle la sensación de estar en otro mundo.
El término Guayadeque tiene tantas traducciones como historias mágicas colecciona el barranco. ‘Lugar donde corre el agua’, ‘espíritu tranquilo’ o ‘reserva de la tranquilidad’ son los términos toponímicos más aceptados para definir esta Reserva Natural que aglutina cientos de cuevas que acogieron al aborigen canario,
Definido geográficamente como separación natural de los municipios de Ingenio y Aguïmes, Guayadeque destaca por sus restos arqueológicos anteriores a la conquista española. De hecho, este barranco de increíble belleza fue el asentamiento de los primeros pobladores de Gran Canaria apenas doscientos años después del nacimiento de nuestra era y ofrece pistas de cómo fue Gran Canaria cuando emergió del océano hace 14 millones de años.
¿Pero qué distingue al Barranco de Guayadeque de otros entornos naturales? Sencillamente, que en sus entrañas esconde restos del pasado aborigen de Gran Canaria, una colección de casas cueva y huellas arqueológicas que comparten el día a día con fantásticas grutas naturales adaptadas como casas particulares, casas de turismo rural o restaurantes que ofrecen la gastronomía más autóctona..
Y es que todavía hoy, en este espectacular barranco que se alcanza a ver desde el avión, todavía permanecen en pie dos pequeños núcleos de población, con apenas medio centenar de habitantes que han dejado de vivir de la agricultura y la ganadería para subirse al tren del turismo.
Cueva Bermeja, una calle con apenas diez casas excavadas en la roca sólo accesibles por una escalera y ‘Montañas de las tierras’, donde se ubica la ermita de San Juan Bautista (cerrada al público) se mantienen vivas para explicarnos cómo vivieron los primeros pobladores de la isla hace dos mil años..
Guayadeque cuenta la historia geológica de Gran Canaria y para conocerla sólo hay que acercarse a la base del barranco, donde está situado el Centro de Interpretación del Monumento Natural del Barranco de Guayadeque, un pequeño y peculiar edificio que hace las veces de museo y de punto de información en el que descubrir las diferentes formaciones rocosas que se pueden encontrar en la zona, la flora, la fauna y la historia de los aborígenes que lo poblaron.
Detalladas maquetas explican la fisonomía de las cuevas, cómo se accedía a ellas, cómo se alimentaban los aborígenes e incluso el proceso de momificación de los muertos y las cuevas funerarias en las que pasaban a la eternidad en excelente estado de conservación gracias a la calidad de la isotermia de las grutas. La mayor parte de las momias y utensilios aborígenes que se han rescatado de Guayadeque se encuentran actualmente en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.
La orografía del Barranco de Guayadeque no es extremadamente complicada. Todo lo contrario, es fácil acercarse a su parte más elevada. Se puede recorrer en coche gran parte de sus 15 kilómetros para acercarte a la fauna y flora endémica canaria (sólo puede encontrarse en la isla) o aventurarte por cualquiera de sus caminos bien señalizados y recogidos dentro de la Red de Senderos de Gran Canaria. A lo largo de cualquiera de ellos, el senderista se topará con un rosario de casas cueva en las que quedarse a pernoctar.
Guayadeque cuenta a lo largo de su trazado con cinco restaurantes donde engancharnos a la gastronomía canaria. Todos ellos auténticos ejemplos de la arquitectura integrada en el paisaje, que respeta el medio ambiente y absolutamente mimetizados con el entorno, como es el caso de Tagoror, que por sí mismo es un icono turístico de la isla.
La carne de cochino frito, cochino a la sal, las inigualables papas arrugás o la ropa vieja son lujos que no se deben rechazar en cuanto nos animamos a cruzar el umbral de entrada. Inevitable es también la visita a la Cueva Canaria, una tienda de artesanía y productos de la zona, como la miel pura de Guayadeque.
Así es Guayadeque. Impactante e inolvidable. Porque un mes, una semana o un día en el será suficiente para que el viajero que se adentre en su escarpada fisonomía se prometa volver para repetir una experiencia que le marcará de por vida. Ése es su secreto, Quien conoce Guayadeque ya no podrá vivir sin su recuerdo.
6 comentarios
Maravillosa la historia la describes tal cual lo he vivido,,,he recorrido todas esas cuevas y caminado algún sendero y me encanta… Fabuila
Muchas gracias. Esa era la intención y hacerlo lo más honestamente posible
El relato describe perfectamente el lugar, tan bien que a pesar de visitarlo con frecuencia, al leerlo ya me han dado ganas de volver. Es un lugar precioso para los amantes del senderismo y de la cultura aborigen. Recomendado 200%
Que perfecta descripción de unos de los rincones o sitios más bonitos de la isla de gran canaria
Es nuestro orgullo canario tener un lugar tan impresionate como es el barranco guayadeque yo hice senderismo en ese lugar, me quede con unas vistas preciosas y una naturaleza inigualable como nuestra gastronomía. Del museo canario puedo decir que recoge todo el conocimiento del mundo aborigen, aprendes sobre su cultura muy recomendado ir y considero un perfecto relato como describe nuestra isla Gran Canaria.
¡Qué gran artículo! Gran Canaria recoge lugares escondidos que sorprenden a locales y visitantes. Podemos ver numerosas cuevas antiguas tambien en Artenara, algunas rehabilitadas para el turista rural que desea descansar en las entrañas de la tierra. Lugar reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad