Menorca es mucho más que playas paradisíacas de arena blanca y agua color turquesa. Es tradición, naturaleza, uno de los mejores lugares desde donde poder contemplar una puesta de sol y disfrutar de la gastronomía. A continuación te proponemos 10 planes con los que poder saborear la isla al máximo.
1. Visitar los 7 faros de la isla
Menorca es historia y qué mejor manera de descubrirla que a través de sus 6 faros (7 si contamos l’Illa de l’Aire). Un muy buen plan es alquilar una moto, ponerse el casco y conducir por sus estrechas y pintorescas carreteras hasta conocer todos sus rincones.
Nos gustaría destacar los faros que más nos sorprendieron aunque hemos de confesar que todos tienen algo especial. En este listado quedarían por nombrar el Far de Cavalleria, Far de Punta Sant Carles, Far de Sa Farola y Far de l’Illa de L’Aire, al que solamente se puede acceder en barco.
Far d’Artrutx: Ubicado en la punta suroccidental de la isla y construido en 1858 sorprende al viajero vestido con rayas horizontales blancas y azul marino. Desde allí se puede apreciar como el sol se esconde en el horizonte mientras se disfruta de un refresco o cerveza en su mismo restaurante.
Far de Punta Nati: Fue construido en 1912 con el fin de evitar naufragios en la costa norte. Está localizado al final de una estrecha carretera que pasa muy cerca de pequeñas edificaciones de piedra, también conocidas como “barracas”, donde antiguamente se guardaba el ganado o material utilizado en el campo. Recomendamos traer cámara de fotos ya que el paisaje que lo acompaña es indescriptible.
Far de Favàritx: Es lo más parecido al fin del mundo. Fue construido en 1916 y está en un enclave único rodeado de grandes piedras que lo protegen de las olas del mar, alejado de cualquier núcleo urbano y abrazado por ráfagas de aire que lo visitan de forma frecuente.
2. Disfrutar de una puesta de sol de escándalo
Las puestas de sol en Menorca son, sin duda alguna, todo un espectáculo que bien merece ser contemplado. El cielo se tiñe de color amarillo, naranja y rosa para dejar paso finalmente al púrpura. Algunos de los rincones favoritos desde donde poder presenciarla son: Rocas de Cala Blanca (situadas al oeste, una vez pasada la cala) – al final de la Avinguda Llevant. Desde el Far d’Artrutx, otra muy buena forma de despedirse del sol creando una postal única e idílica.
3. Perderse por las calles de Ciutadella
Pasear por las coloridas y blanquecinas calles de Ciutadella es un regalo en todos los sentidos. Conocer el puerto de Ciutadella, la catedral de Santa Maria de Ciutadella y sus alrededores te hará tener una ligera idea de cómo era la vida en una de las principales ciudades de la isla. No pases por Ses Voltes sin probar los pastissets, el dulce más típico de Menorca. ¡Delicioso!
4. Hacer senderismo en Camí de Cavalls
Camí de Cavalls es un sendero que bordea toda la isla. Aunque en sus inicios tenía funciones de defensa, ahora es una ruta de 185 km de longitud y veinte etapas que llama la atención a muchos senderistas y amantes de la naturaleza.
Todas las etapas tienen su encanto pero una de las que más impresiona es Cala Blanca – Far d’Artrutx. Es un camino que bordea la sinuosa costa y desde donde escuchar el agua romper contra las rocas creando la erosión y paisaje que conocemos hoy en día.
5. Descubrir la Menorca prehistórica
Menorca es también conocida por ser la cuna de la Cultura Talayótica. Toda la isla presume de mantener varios monumentos de la época pero la Naveta des Tudons destaca sobre los demás. Es un monumento funerario ubicado a 6km de Ciutadella y es considerado también el edificio más antiguo de Europa. Fue usada entre el 1200 y 750 a.C y se puede visitar todos los días de la semana.
6. Hacer cima en Monte Toro
Monte Toro es la montaña más alta de Menorca con 358 metros. Desde allí arriba se puede ver gran parte de la isla y, si el tiempo acompaña, la isla de Mallorca. Si te decides a subir andando hasta la cima recomendamos salir desde el pueblo de Es Mercadal. Una vez llegas al punto más alto, a parte de disfrutar de unas vistas impresionantes, podrás visitar el Santuario de la Virgen del Toro de tonos blanquecinos.
7. Bañarte en playas paradisíacas
Conocer las playas más idílicas y paradisíacas es otro de los puntos que no puede faltar en tu agenda. Podrás encontrar playas y calas de arena fina, gruesa, rocosa, blanca e incluso rojiza. Entre las playas más idílicas ubicadas en el sur de la isla encontramos Son Saura, Cala Mitjana, Cala Turqueta, Binigaus o la aislada Cala Escorxada.
Aunque las playas de tonos turquesa estén ubicadas en el sur, recomendamos también dar una oportunidad a las calas del norte ya que pueden dejarte sin palabras. Son más salvajes y te costará creer que sigues en Menorca. Hablamos de Cala Pilar, Cala Presili, Platges de Cavalleria o la desconocida Cala Tortuga.
8. Visitar sus pueblos
Para acabar de conocer la cultura menorquina resulta fundamental saber un poco más de su historia y su gente. Una muy buena forma es hacer una pequeña ruta por las principales poblaciones.
Fornells, antiguo pueblo de pescadores situado en el norte de la isla y una muy buena opción donde poder probar la famosa Caldereta de langosta.
Es Mercadal, segundo municipio más grande de la isla y punto de inicio para atacar la cima a Monte Toro.
Binibeca Vell/Binibeca es una de las zonas más buscadas y visitadas de toda la isla. La conforman centenares de casas de tonos blanquecinos. El contraste del blanco puro con el cielo azulado resulta fascinante.
Alaior como alternativa para conocer en profundidad la cultura menorquina. Un simple paseo por sus calles y callejones hará que el tiempo se detenga por completo.
Maó, capital de la isla, esconde muchos secretos como el famoso Mercat des Claustre, la Iglesia de Santa Maria, plaza de España o su pintoresco puerto.
9. Practicar Snorkel/submarinismo
Menorca es también un muy buen lugar en el que iniciarse en la práctica de snorkel o submarinismo. Sus calas y playas de poca profundidad hacen que sea un escenario idóneo en el que poder realizar los primeros bautizos pudiendo incluso ver rayas, bancos de peces, pulpos y varias especies marinas del mediterráneo.
Un muy buen lugar donde hacer snorkel es Cala en Brut. Resulta increíble la cantidad de peces que puedes encontrar al sumergir la cabeza en el agua.
10. Comprarte unas abarcas y planificar una ruta gastronómica
Las abarcas menorquinas son la sandalia estrella hechas 100% en Menorca, cómodas y combinables con todos los looks. La mayoría se realizan de forma artesanal y son auténticas de la zona. En Menorca las encontrarás en casi todas las esquinas pero una vez salgas de la isla te costará encontrarlas ¡No te quedes sin ellas!
El último plan que proponemos es empaparte de la gastronomía menorquina probando la sobrasada de Menorca y el queso, los famosos pastissets (pastas dulces típicas de la isla) y la caldereta de langosta. ¡Una delicia para el paladar!