Personaje ilustre donde los haya, escritor argentino más reconocido en el mundo y uno de los autores más destacados del siglo XX, Jorge Luis Borges es toda una celebridad en su ciudad natal. Muchos de sus poemas los dedicó precisamente a Buenos Aires, y a través de ellos es fácil hacerse una idea de la vida porteña de la época.
Vivió en diferentes zonas de la capital, pero su infancia la pasó en el popular barrio de Palermo Soho, entonces conocido como Palermo Viejo. Acompáñanos en este recorrido por la infancia del escritor y descubre un barrio singular a través de los ojos y los escritos de este gran autor.
Debido a que en sus primeros 10 años fue educado por una institutriz inglesa, la vida en el barrio de Palermo parecía no ir con él. Ese barrio marginal, cuyos habitantes se convirtieron en personajes asiduos de sus historias, se ha reconvertido en una zona de moda de la ciudad con restaurantes de todo tipo, coctelerías modernas y originales tiendas de ropa.
La primera parada de nuestro recorrido es la calle que lleva su nombre. En Borges 2135, una elegante casa de dos plantas sobresalía y resaltaba con el resto del barrio. En su interior, la biblioteca de su padre, de la que decía había sido el hecho capital de su vida. Hoy en día, se planea que un edificio ocupe el lugar de residencia del escritor y una placa en el suelo recordará para siempre esta pequeña parte de la vida de Borges.
Ampliando el territorio de su residencia, tenemos que hacer referencia a las calles de Guatemala, Serrano, Paraguay y Gurruchaga, conocida como la manzana de Borges. En su Fundación Mítica de Buenos Aires, hace referencia explícita a estas cuatro calles, por lo que un paseo por ellas te trasladará a esos versos salidos de la mente privilegiada del autor.
Siguiendo con el poema, paramos a descansar y a comer en ‘El Preferido’, en Borges 2108. Este bar notable fundado en 1.952 y renovado en junio de este año pertenece a los dueños de la popular parrilla ‘Don Julio’. Ubicado en una esquina de la antigua calle Serrano, es el lugar exacto del almacén rosado al que Borges hace referencia en su escrito.
Disfruta de platos de bodegón como milanesas, buñuelos, guiso de mondongo y lentejas, otros manjares como ravioles o niños envueltos y postres tan ricos como flan y panqueques. Siente el verdadero sabor de la cocina argentina, en un lugar con un toque muy especial, donde nada más sentarte te ofrecerán una tapa de embutidos tan dispares como salames chacareros, de potro, cantimpalo, calabresa, panceta y otros tantos.
Una vez descansados nos dirigimos a Plaza Italia. Ubicada en la Avenida Santa Fe, aquí podemos admirar los portones a los que Borges hizo referencia en su ‘Elegía de los portones’. Lo bueno de esta plaza es la cercanía a algunos lugares turísticos tan especiales como el Zoológico de Buenos Aires, el predio ferial de La Rural y el Jardín Botánico.
Por último, nuestro recorrido borgeano nos lleva a Pasaje Russel. Esta calle es el escenario donde transcurre el cuento ‘Juan Muraña’. En el número 5050 se encuentra la casa de la historia, y aunque ahora es un hostal, se puede apreciar una placa que hace referencia al libro de Borges. Pasaje Russel es una de las calles más visitadas de todo el barrio de Palermo. El motivo principal es su espectacular despliegue de colores con algunos de los grafitis más llamativos de toda la capital consiguiendo hacer de esta calle un punto turístico en sí mismo.
Aquí termina nuestro recorrido por la infancia del escritor en Palermo. Si te has quedado con ganas de descubrir más sobre la vida de este genio de la literatura, dentro de poco podrás escuchar la audioguía que Ezequiel Mandelbaum, uno de los creadores de los libros ‘La gente anda diciendo’, está preparando. Media hora en la que podrás recorrer la calle Borges al tiempo que escuchas el relato. ¿Te animas a descubrir el Palermo borgeano?
Más información en: https://turismo.buenosaires.gob.ar/es
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