La primavera es esa época del año donde los días son cada vez más largos, se substituyen los abrigos por cazadoras tejanas, el amor se despierta y los campos se llenan de colores. Es, para muchos, una de las estaciones favoritas donde el aire acaba humedeciendo el ambiente y los bosques se inundan de un verde intenso.
Desde Magellan queremos aprovechar las agradables temperaturas que nos cede la primavera para visitar varios de los campos en flor que rodean las ciudades de Barcelona y Madrid.
¿Preparados?
1. Ruta de los cerezos en Sant Climent de Llobregat
Sant Climent de Llobregat es una pequeña localidad ubicada a tan solo media hora en coche de la Ciudad Condal. Cada primavera ofrece una ruta apta para todos los miembros de la família en la que poder descubrir los cerezos en flor de la zona, conocer los alrededores de la población y disfrutar de una experiencia visual única.
La organización de los paseos corre a cargo del Ayuntamiento de Sant Climent de Llobregat y está inspirada en una bonita tradición de origen japonés donde los ciudadanos se reunen a contemplar su floración.
2. Aitona y los melocotoneros en flor
Aitona, en la província de Lleida, queda un poco más lejos de Barcelona pero ofrece a todo aquel que se acerque una floración de tonos rosados difícil de encontrar. La belleza del lugar es tan singular que desde la población de Aitona se ha creado un nuevo concepto con el que poder describir la experiencia de ir a conocer la fruta en flor, Fruiturisme.
Aitona y los melocotoneros en flor
El Fruiturisme es un nuevo concepto turístico que tiene como protagonista conocer la fruta dulce y ofrece experiencias únicas relacionadas con su cultivo y el campo. Aunque la primavera resulte la época más popular para ir a visitar Aitona, lo cierto es que sus cultivos se pueden conocer durante todo el año.
3. Campos de colza en Pla de l’Estany
El campo se tiñe de color amarillo intenso en gran parte de la región norte de Catalunya. La comarca de Pla de L’Estany es una de las que más colza presenta y, aunque hay que ir con mucho cuidado por las abejas, los campos más extensos suelen estar en Pla de l’Estany e incluso cerca de la ciudad de Girona.
Campos de colza
También es común encontrar colza en la comarca de L’Alt Empordà, en los alrededores de la pequeña población de Ventalló y Borrassà. Resulta fascinante ver como luego estas flores de color amarillento se utilizarán para hacer aceite con bajo contenido de ácido erúcico e incluso margarinas.
4. Quinta de los molinos
Se trata de un parque público considerado también jardín histórico y ubicado en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas. Destaca ya que es poco conocido y durante unas pocas semanas al año se puede apreciar el bonito espectáculo que conforman los almendros en flor en sus más de 25 hectáreas.
A parte de contemplar los almendros, también se pueden encontrar olivos, eucaliptus, pinos y cedros, ofreciendo varios espacios con sombra para poder caminar incluso los días más soleados.
5. Los campos de lavanda en Brihuega
A menos de 100 Km de Madrid encontramos uno de los campos de lavanda más extensos e impresionantes de todo el país, Brihuega. Estos campos llevan más de 30 años ubicados en la provincia de Guadalajara llenando sus más de mil hectáreas con su fresco aroma y color violeta.
Campos de lavanda en Brihuega
La importancia de los campos de lavanda ubicados en Guadalajara ha ido aumentando año tras año hasta haberse convertido en uno de los productores mundiales de esencia de lavanda, llegando incluso a producir un 10% de la producción total. Aunque cualquier momento del año es bueno para visitar los campos de lavanda, recomendamos hacerlo a finales de junio o principios de julio, justo para la floración.
