Los baños de bosque, también conocidos como Shinrin Yoku, son una actividad originaria de Japón, cuya práctica puede proporcionar beneficios para la salud y el bienestar emocional.
Si bien en Japón y en Extremo Oriente están muy arraigados, en Occidente, pese a no ser una actividad tan frecuente, han ganado mucha popularidad en los últimos años, a medida que han ido apareciendo otras prácticas de contacto y de reencuentro con la naturaleza. Con toda probabilidad a medida que el ser humano ha ido desarrollando su vida en las grandes urbes, se ha ido despertando la necesidad de retomar el contacto con el medio natural, un contacto que la vida de la ciudad con su ritmo trepidante nos ha ido arrebatando progresivamente.
Cada año son millones de japoneses los que afectados de estrés, hipertensión o ansiedad optan por participar en “terapias de bosque” para mejorar su bienestar, y está científicamente demostrado que la exposición a la naturaleza tiene efectos positivos sobre el sistema nervioso. De hecho, y más allá de las pertinentes comprobaciones efectuadas por diferentes universidades y centros de investigación, es evidente que un paseo disfrutando de la paz de un majestuoso bosque es todo un regalo para los sentidos.
En España son muchos los lugares en los que disfrutar de maravillosos baños de bosque, y en los que poder entender en primera persona los efectos beneficiosos de esta técnica tan arraigada en el país del sol naciente. También son muchos los talleres que facilitan las herramientas y el aprendizaje necesario para conocer en profundidad el poder terapéutico de esta práctica milenaria.
La lista de nombres sería muy extensa, pero a continuación seleccionamos algunos de los lugares en los que el viajero puede experimentar la fascinación de un increíble y saludable baño de bosque.
Bosque de Muniellos (Asturias)
Este impresionante bosque forma parte del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibia, en la localidad de Cangas del Narcea. Ocupa una extensión de 2.695 hectáreas de terreno y se trata del mayor robledal de España, además es uno de los bosques mejor conservados de Europa, que destaca también por su biodiversidad. En el año 2000 fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Parque Natural Monte Aloia (Galicia)
Este espacio fue declarado Parque Natural en 1978, y se convirtió de esta manera en el primero de Galicia. El Monte Aloia es un mirador privilegiado que regala unas vistas impresionantes sobre el río Miño, y además alberga restos prehistóricos y de la civilización romana. Además su historia está rodeada de leyendas. Este fascinante espacio es el resultado de una repoblación realizada hace un centenar de años con cipreses, abetos y cedros del Líbano.
Parque Natural Los Alcornocales (Cádiz)
Este parque cuya extensión incluye la provincia de Cádiz y en menor parte la provincia de Málaga, tiene una superficie de 173.619 hectáreas que dan lugar una infinita diversidad de relieves y paisajes, que se refleja a su vez en todos los ámbitos del parque, flora, fauna, climatología, historia y folklore. Los Alcornocales fue declarado Parque Natural el 38 de julio de 1989, y su principal característica es que se trata del bosque de alcornoques más extenso de España y uno de los más grandes del mundo.
Parque Regional del Curso Medio del río Gaudarrama (Madrid)
Este parque situado en la zona oeste de la Comunidad de Madrid tiene como eje principal de su trazado el curso medio del río Guadarrama, que discurre de norte a sur entre los municipios de Galapagar y Batres en un recorrido de unos 50 kms. El territorio de este espacio natural se caracteriza por una aceptable calidad de ambiental con zonas de elevado valor ecológico y paisajístico, fruto de la diversidad ambiental. En este caso la presión demográfica por el crecimiento de espacios urbanizados en las inmediaciones se convierte en la principal amenaza de este espacio natural protegido.
Parque Nacional de Aigüestortes y Lago Sant Maurici (Lérida)
Ubicado en la parte central de los Pirineos, la extensión de este parque comprende las comercas de la Alta Ribagorça, Pallars Sobirà, Pallars Jussà y la Vall d’Aran. La geografia del parque es de alta montaña porque gran parte del territorio sobrepasa los 1.000 metros sobre el nivel de mar, e incluye picos que superan los 3.000 metros. El parque tiene un enorme valor biológico, ya que los grandes desniveles que lo forman dan lugar a diferentes ecosistemas. Una de las imágenes más representativas de este parque es la de los picos de “Els Encantats” que junto a la del lago de Sant Maurici constituyen la estampa icónica del lugar.
Parque Natural Hoces del Río Duratón (Segovia)
Este parque natural está situado en el noreste de Segovia, aguas abajo de la villa de Sepúlveda. En esta zona, el río se ha encajado en un profundo cañón que, en algunos lugares, alcanza más de 100 metros de desnivel.
La colonia de buitres leonados establecida en su área protegida está considerada la mayor de Europa y es uno de los mayores atractivos del parque.
Los valores naturales de la zona tienen un importante valor añadido de caracter histórico y artístico, por la presencia en el espacio de la ermita románica de San Frutos, las cuevas con grabados de la Edad del Bronce y el conjunto arquitectónico de Sepúlveda.
Esta es solo una pequeña muestra de algunos de los maravillosos bosques que podemos encontrar en nuestro país. Nombrarlos todos sería imposible pero con toda seguridad muchos de nosotros tenemos cerca ese lugar en el que logramos pasear en completo silencio y reconciliarnos con la naturaleza en estado puro. Con toda probabilidad este año, más que nunca, los baños de bosque pueden ser un antídoto natural para recuperar la tan esperada y añorada serenidad.