La majestuosidad de los acantilados de Irlanda dejan literalmente sin palabras. Aire puro, el olor y el murmullo del mar, la tranquilidad de la naturaleza y un paisaje sorprendente que se abre ante nosotros. Así es Irlanda, un auténtico refugio natural donde el tiempo parece detenerse. Un lugar con unos protagonistas muy peculiares. Los acantilados de Irlanda son conocidos en todo el mundo, y no es para menos, pues su genuina belleza los convierte en algo mágico. Hoy os proponemos recorrer cuatro acantilados inolvidables.
Acantilados de Slieve League
Nuestra primera parada nos lleva a unos de los acantilados más altos de toda Europa, los Slieve League. 609 metros de altura para sentirse en el mismísimo fin del mundo. Y es que sus imponentes paisajes son una experiencia inigualable. Se puede disfrutar de la Ruta del Peregrino o, los más experimentados, alcanzar el punto más alto hasta llegar al Paso de Un Solo Hombre (OneMan’s Pass). Sea cual sea la ruta elegida será un recorrido impresionante. La magnitud de los acantilados, la espectacular geografía y la fauna y flora de la zona crearán un recuerdo imborrable en la memoria.
Acantilados de Moher
Continuamos hasta llegar a los acantilados de Moher, los acantilados de Irlanda más célebres. Sus icónicas vistas, el espectacular paisaje que los envuelve y la fauna que puebla la zona le han servido para obtener la calificación de Geoparque Global de la UNESCO. Fundirse con la naturaleza y sentir el azote del mar y la brisa en la piel, desde lo alto del acantilado, cuando las olas rompen en las rocas y el viento las impulsa hacia arriba, es toda una experiencia. Hay que disfrutar del paisaje y no perder detalle, pues todo tipo de aves y animales marinos se dan cita en Moher. De hecho, no es extraño ver grupos de delfines saltando por el agua e incluso tiburones peregrinos. Una visita inolvidable.
Acantilados de Kilkee
Avanzamos y llegamos a Kilkee, una pequeña localidad del Condado de Clare, que da nombre a los acantilados. Es todo un espectáculo contemplar la inmensidad del Océano Atlántico y su incesante sonido. De altura menor que los Moher, los acantilados Kilkee son menos turísticos y una buena opción para disfrutar de la calma del paisaje. Existen diferentes rutas de mayor o menor distancia que permiten descubrir joyas de la naturaleza como las piscinas naturales ‘The Pollock Holes’, o ‘Intrinsic Bay’, nombrado en honor del barco Intrinsic, hundido en la zona.
Acantilados de Loop Head
Nuestra aventura por los más bellos acantilados de Irlanda finaliza en los acantilados Loop Head, tras llegar a ellos por una impresionante ruta bañada por unos paisajes aún más bellos. Y es que hasta el cine se ha rendido a la grandiosidad de Loop Head, siendo lugar de rodaje de ‘StarWars: Los últimos Jedi’. El faro de 1854 es el protagonista del acantilado. Desde él, en un día despejado, se pueden admirar las montañas de Connemara al norte y las islas Blasket al sur. Además de las vistas, las aguas de Loop Head son perfectas para actividades acuáticas: pesca, kayak, coasteering y hasta submarinismo.
Los adjetivos se quedan cortos ante la extraordinaria belleza de unos paisajes que logran cautivar a todos los viajeros que tienen la suerte de contemplar de cerca su majestuosidad.
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