Descubriendo dos de las más bellas islas del archipiélago de Hawái, un viaje que uno sabe que volverá a emprender incluso antes de finalizarlo
Este viaje lo titularía viaje al paraíso porque, sin duda alguna, eso es lo que te encuentras en las islas de Hawái. Una infinita corriente de maravillas que se suceden y no dejan de superarse la una a la otra. Esta vez decidimos visitar las islas de Oahu, en la cual encontramos la conocida ciudad de Honolulu, y la isla de Maui, un tesoro escondido. Y digo esta vez porque estamos seguros de que volveremos al archipiélago, el cual ya se ha convertido en uno de nuestros lugares favoritos.
Entrando de lleno en el viaje cabe decir que nosotros partimos desde Vancouver, British Columbia, Canadá, donde residimos en la actualidad. Este es un vuelo de unas 6 horas, el cual llega a parecer un día entero de la ilusión que tiene uno por llegar.
Nada más aterrizar en Honolulu (Oahu), un martes ya entrada la noche, vamos directamente a recoger el coche de alquiler para acercarnos al hotel.
Muy recomendable el alquiler de un coche para disfrutar de las islas en todo su esplendor. Hay sitios a los que un tour no te llevará, y el transporte público tampoco es el fuerte de las islas, al menos cuando sales de la ciudad de Honolulu. ¡El primer contacto con la isla es alucinante! Somos recibidos con una tormenta tropical que resalta el olor de la yerba y la tierra haciéndote sentir en una jungla. Por más que la gente hable de las playas y el sol en Hawái la majestuosidad de la montaña y la jungla casi superan lo precioso de la arena blanca y aguas cristalinas.
¡Buenos días! Tenemos por delante nuestro primer día completo en Oahu, y hemos planeado sacar el máximo partido a la ciudad de Honolulu. Nos despertamos aun con lluvia y no nos molesta. Estamos en Honolulu, nada puede quitarnos la sonrisa. La sensación al salir al balcón de la habitación y mojarnos en la lluvia es aún más impresionante que la de nuestra llegada al aeropuerto, este paraíso nos comienza a enamorar, dejémonos empapar.
Partimos hacia nuestro primer destino, la base militar de Pearl Harbour. Para el que tenga pensado visitarla es muy recomendable ver la película, así como el documental, para entender la violencia y terror que trajo a esta base, a Honolulu y a toda la isla de Oahu el ataque de los japoneses en 1941. Te hace visitar esta base con un pensamiento triste y concienciado con la defensa de la paz en el mundo.
La bahía en la que se encuentra la base es preciosa. Es difícil imaginar que estos hechos se sucedieran en un paraje tan encantador. Después de caminar por la base decidimos visitar el museo y el submarino USS BOWFIN (SS287) por dentro. Podríamos también haber tomado el barco que cruza al otro lado de la bahía para visitar el memorial instaurado a la nave de guerra Arizona, pero nos iba a llevar mucho tiempo y por lo que entendemos no hay mucho que ver, sino que es más el guardar un momento de reflexión por las víctimas.
Esta inmensa nave aún se encuentra bajo el agua y el memorial se ha construido justo encima de ella. Una de las explosiones alcanzo la nave hundiéndola, llevando consigo miles de personas que quedaron atrapadas bajo el agua. Los restos de estas personas todavía están allí y son recordados por millones de visitantes.
Nuestra siguiente parada es el centro de Honolulu. No somos mucho de ciudad sino más de explorar paisajes con lo que no nos entretendremos demasiado. Hacemos la ruta que nuestro mejor aliado nos propone y ese es sin lugar a dudas la aplicación móvil PocketGuide. La usamos en todas las ciudades de las que tienen rutas y nunca nos defrauda. La otra aplicación de la que no nos separamos es PressReader. Esta nos permite estar al corriente de las noticias que se suceden en casa, así como las del lugar al que hemos llegado, todo en una sola app y con acceso gratuito desde la mayoría de hoteles en los que solemos hospedarnos.
Siguiendo esta ruta visitamos las calles principales, nos relacionamos con la gente local y llegamos a puntos con encanto tanto en la costa como en parques interiores. Destacaría la zona verde en la que se encuentran el edificio Hawaii State Capitol, el palacio Iolani y la Corte Suprema. Esta última guardada por la estatua del rey Kamehameha. ¡Si este nombre os ha parecido difícil de pronunciar esperar a ver otros que os podéis encontrar por el camino!
Ya basta de ciudad, ¡es hora de playa! Nos separamos del centro para marchar a Waikiki Beach, donde se encuentra nuestro hotel. Las vistas son espectaculares y podemos contemplar la tranquilidad de Waikiki con el cráter Diamond Head al fondo, siempre vigilante. Dentro del agua centenares de surferos esperan a las olas subidos en sus tablas. Ha empezado a llover de nuevo, pero no nos importa. ¡Bañadores y al agua! Estuvimos disfrutando del mar y la piscina bajo la lluvia durante un rato hasta que oscureció y nos entró sueño.
Nuestro primer día en la isla de Oahu había sido largo, pero el que nos espera hoy es aún más intenso. Hoy haremos el llamado Circle Island Tour. Se trata de dar la vuelta a la isla conduciendo por la costa este y parando en muchos lugares que quitan la respiración.
La primera parada es el cráter Diamond Head al que anteriormente habíamos nombrado. Realizamos un sendero de ascenso de unos 45 minutos ida y vuelta. El coche lo aparcamos dentro del cráter lo que ya es bastante interesante y las vistas desde la parte de arriba del cráter definitivamente merecen la pena. Seguimos nuestra ruta y conducimos a lo largo de Hanauma Bay, una bahía alucinante, hasta llegar al Halona Blowhole. ¡Si en este momento aún no te has enamorado no se puede entender! El Blowhole se trata de un agujero natural construido entre las rocas, es una pasada.
El agua entra a acantilado y es disparada hacia arriba en modo aspersión cuando alcanza el agujero. Desde aquí paramos en Sandy Beach para un chapuzón rápido y seguimos hacia Makapu’u Point, un punto saliente en la costa en el que se encuentran las Tidepools. Éstas son piscinas naturales formadas en la parte rocosa de la costa. Bañaros y disfrutar de los peces que el agua trae, siempre con gafas y tubo en mano. Por otra parte, tener cuidado ya que el agua viene en ocasiones con mucha fuerza pudiendo empujaros o llevarse tus cosas dejándolas empapadas (he aquí un testigo).
Nos apetece más playa así que volvemos al camino para conducir hasta Lanikai Beach en la región de Kailua. Encendemos el modo gafas y tubo para sumergirnos en el agua y disfrutar visitando a todos los seres que nos encontramos en el océano. Esta playa quita el sentido. Desde la arena se divisan pequeños islotes muy cerca de la orilla, los llamados santuarios de pájaros. No queremos perdernos la puesta de sol desde el oeste con lo que continuamos el camino hacia el norte con una rápida parada para ver el Laie Hawaii Temple, precioso templo mormón que se ha convertido en atracción turística con los años.
Terminamos la costa del este y llegamos al punto más al norte de la isla para bajar por la costa oeste llegando a Laniakea Beach, también conocida como Turtle Beach por la frecuencia en la que se ven tortugas verdes que llegan a la costa a recibir sol. Desde aquí contemplamos la que fue probablemente la puesta de sol más espectacular de nuestras vidas, compitiendo con la que veríamos unos días después en la isla de Maui. Como punto ultimo del día nos encontramos una tortuga nada más terminar el atardecer. Qué más podemos pedir, nuestra felicidad rebosa. Que día, es hora de conducir de vuelta a Honolulu y descansar.
¡Es viernes en Oahu! No pasaremos mucho más tiempo aquí. Hoy nos relajamos en la playa de Waikiki y vamos al aeropuerto para volar a la isla de Maui. Queda lo mejor del viaje. Tenemos muchas ganas de explorar con lo que nada más aterrizar en Maui recogemos el coche de alquiler y nos vamos a explorar la costa y playas de camino a nuestro hotel el cual se encuentra en Kanapali Beach, costa oeste. El camino hasta allí repleto de acantilados verdes y playas es enternecedor. Si teníamos expectativas de Maui en menos de una hora conduciendo por la isla todas han quedado superadas.
Tras un par de horas de conducción en carreteras un tanto peliagudas llegamos a la playa que haría uno de nuestros sueños realidad. Llegamos a la arena y una vez más nos pusimos las gafas y el tubo dispuestos a explorar peces, pero esta vez sería algo más que peces. Que sorpresa la mía cuando buceando me meto entre un par de rocas y de repente encuentro una pareja de tortugas nadando hacia mí. Una sensación imposible de describir, hay que vivirlo. Después terminamos encontrando otras 2 o 3 más y pasamos un buen rato rodeados de nuestra nueva familia acuática.
¡Después de esto poco más nos quedaba por ver hoy! Llegamos al hotel con una sonrisa de lado a lado, vuelta de reconocimiento al resort y a descansar en preparación para el que será un día muy activo.
¡Nos vamos a Hana! Hoy es sábado en Maui y nos despertamos bien temprano para hacer la ruta que llaman Road to Hana completa. Se trata de dar la vuelta a la isla por la costa este a través de la que es una carretera bastante peligrosa, según la gente local, hasta llegar a la pequeña ciudad de Hana. Luego no resulta ser tan peligrosa y es prácticamente un pequeño tramo de unos 10 kilómetros el que es algo más puntilloso. ¡Digo esto para que nadie se echa atrás!
Una vez pasamos la ciudad de Kahului cruzamos a través del que es uno de los primeros puntos de interés de la ruta, Paia town. Paia es una de las ciudades más tranquilas donde puedes respirar el surf en cada esquina. Parece que vuelvas varios años atrás al pasar tras ella. Nada más salir de la ciudad la parada recomendada es el Hookipa Lookout, un punto desde el cual se puede ver a los locales surfear y hacer travesuras en las olas.
Seguimos conduciendo por la carretera de Hana pasando por las Twin falls, unas pequeñas cataratas que nos preparan para las más espectaculares que veremos algo más adelante en nuestro camino. Seguidamente tenemos el Garden of Eden, un espectacular extenso jardín botánico cuidado por una familia con plantas de todo tipo, animales y unas vistas impresionantes de la densa jungla. La entrada cuesta 15 dólares y merece la pena pagar cada uno de ellos. Hay que dedicarle al jardín alrededor de una hora para poder visitarlo bien.
Del majestuoso jardín marchamos al primer punto en el que nos meteremos en el agua en esta ruta, las Upper Waikini Falls. Esta es una catarata con 3 caídas de agua prácticamente juntas que se hacen llamar los 3 osos. Necesitamos practicar algo de escalada para superar un puente hasta llegar a ellas, pero eso no nos detiene. ¡Al agua patos! Se puede nadar por detrás de la caída del agua lo que hace la experiencia aún más divertida. Bien pasados por agua es hora de proseguir en nuestra ruta, la cual sigue sorprendiéndonos con parajes para enmarcar.
Es difícil dejar la cámara al lado por un momento, no hay una curva que no merezca la pena inmortalizar. Desde aquí bordearemos dos cataratas más y Pailoa Beach, la playa de arena negra, en nuestro camino hacia Hana. Ver Hana nos recuerda que existe civilización en esta parte de la isla y no es todo jungla. ¡No estamos solos! Dejando Hana town a nuestra espalda llegamos a Koki Beach y Hamoa Beach. La primera es una playa para los valientes surferos, con olas de gran tamaño, y la segunda es de agua más tranquila, apropiada para bañistas. ¡Nosotros nos damos un chapuzón en Hamoa aprovechando que ha salido el sol!
No queda mucho tiempo hasta el atardecer con lo que hemos de darnos prisa, no queremos tener que conducir a oscuras por el último tramo de esta carretera, que es el considerado más peligroso como antes decía. El día no podía terminar mejor. El tramo de vuelta por el sur de la isla es precioso, y más aún cuando encaja con la puesta de sol. La carretera va bordeando con el cráter Haleakala a la derecha y el océano a la izquierda. El sol viene de frente, lo vamos siguiendo como si de la estrella de Belén se tratase. Maui, que hermosa eres, hoy nos has sorprendido.
¡A levantarse! Ultimo día en Maui y pare no perder la costumbre también toca despertarse pronto. Vamos a hacer un tour de Snorkeling y estos salen bien temprano. Llegamos al puerto de salida y partimos hacia el cráter Molokini, conocido mundialmente por su fauna acuática. El camino hacia allí es espectacular. ¡Nuestro tour que en principio era de Snorkel de repente se ha convertido en un tour de ver ballenas! Nos encontramos al menos 3 ballenas llegando a Molokini. Algunas de ellas simplemente descansando en la superficie y otras levantando la aleta trasera.
Todo el barco suspira ante esta preciosidad de la naturaleza. Qué pena que por la dirección en la que llega el viento esta mañana no vamos a poder saltar al agua en Molokini debido al fuerte oleaje y la peligrosidad. De todas formas, seguiremos un poco más hacia adelante a un área que nuestro capitán bien conoce y donde podremos disfrutar de mucha fauna igualmente. Después de pasar un buen rato en el agua y comer una barbacoa en el barco es hora de volver al punto de partida. ¡Nos queda lo mejor! Resulta que nuestras amigas las ballenas, así como los delfines estaban guardando su mejor show para el final.
Se nos cruza una familia de 8 delfines y algunos de ellos juguetones hacen piruetas ante la vista de todos los turistas del barco. Seguimos suspirando. Pensamos que ya nada puede superar a esto. Sin embargo, ya casi llegando a puerto divisamos esta pequeña ballena que comienza a dar saltos. El barco se acerca y disfrutamos de unos 2 o 3 saltos más. Pensamos que solo estaba ella, pero que sorpresa la nuestra cuando de repente salta una ballena gigante a su lado. Tan solo a unos 100 metros de nosotros. El barco completo se queda boquiabierto. Qué más podemos pedir…
Hoy sin duda lo hemos tenido todo. Solo queda volver al hotel a hacer maletas y marchar a cenar en la costa cerca de Black Rock beach para disfrutar del ultimo atardecer, dar gracias por todo lo vivido y conducir hacia el aeropuerto.
Unas islas increíbles, un viaje mejor que lo soñado, cuanto hemos disfrutado.
Publicado en el Nº28 de la revista Magellan
2 comentarios
Hola, muy interesante elarticulo sobre Oahu y Maui, es en realidad la travesia que casi todos los visitantes deben y desean hacer. Espero puedas regresar pronto a la isla y volver a disfrutar de tantos bellos amanecer y atardecer, cada dia nos sorprenden con su belleza.
Nos encamtaria que visitaras nuestra pagina en instagram para tu proximo viaje a Hawaii. @rentacarhonolulu