Las Palmas de Gran Canarias es un destino que atrae a viajeros durante todo el año, pero que alcanza su mayor cota de visitantes durante los meses estivales, con una amplia oferta a todos los niveles que va mucho más allá del sol, el buen clima y la playa. La ciudad más cosmopolita de las Islas Canarias cuenta con una gran agenda cultural para estos próximos meses, la más viva y completa de las islas, que puede compaginarse con su gran oferta deportiva en su famosa y reconocida Playa de Las Canteras, una rica propuesta gastronómica, y la posibilidad de sumergirse de lleno en sus barrios históricos de Vegueta y Triana, donde seguir las huellas del paso de exploradores y visitantes ilustres. ¿Nos acompañáis?
Deporte o descanso en la Playa de las Canteras
La playa de Las Canteras es una de las mejores playas urbanas del mundo: una joya en plena ciudad, donde el visitante puede disfrutar del mar y el sol o practicar deportes a pie de arena. Se extiende a lo largo de tres kilómetros, siendo una gran actividad pasear por su lengua de arena y disfrutar de la experiencia de sus eternos atardeceres.
También es uno de los mejores lugares de la isla para hacer surf, bucear o hacer snorkel, navegar en piragua o kayak y practicar tenis playa. Clubes deportivos y escuelas en el entorno facilitan estos entretenimientos, para disfrutar del deporte al aire libre tanto a pie de arena como acuáticos.
Además, el paseo peatonal que acompaña a Las Canteras se encuentra salpicado de ideales terrazas para tomar el aperitivo, desayunar, almorzar o cenar. Algo que convierte a la playa, parque temático natural de Las Palmas de Gran Canaria, en un entorno con una animada vida urbana.
Un paseo por la historia de Vegueta y Triana
Una de las principales características de Las Palmas de Gran Canaria es ser una ciudad histórica y patrimonial. La ciudad muestra en sus barrios históricos de Vegueta y Triana las huellas del paso de exploradores y visitantes ilustres, y sus edificios han sido testigos del nacimiento de renombrados personajes palmenses como Benito Pérez Galdós o Alfredo Kraus.
Darse un paseo por el barrio de Vegueta, de estilo colonial, es viajar al pasado de una ciudad con más de cinco siglos de historia, que ha sido el paso de personajes históricos como Cristóbal Colón y que ha sufrido la codicia de piratas de diversas nacionalidades por su situación estratégica.
Hoy en día, el barrio viejo ofrece una estampa única a este lado del océano: una zona de arquitectura colombina, en la que destaca la Plaza de Santa Ana y, a sus extremos, las Casas Consistoriales (el primer ayuntamiento, aún hoy sede de los plenos municipales) y la Catedral.
Los museos, la Casa de Colón, en la antigua Casa del Gobernador y dedicada a su viaje, al descubridor y a su época; el Museo Canario, con el legado aborigen; los contemporáneos Centro Atlántico de Arte Moderno y San Martín Centro de Cultura Contemporánea; y la Casa-Museo Pérez Galdós, en la Calle Mayor de Triana, antesala de Vegueta conforman la oferta cultural de un entorno en el que también se incluyen inmuebles como la Ermita de San Antonio Abad, lugar donde oró el marino antes de cruzar el Atlántico.
La cocina asiática una seña de identidad multicultural
Las Palmas de Gran Canaria es un destino con una gran riqueza gastronómica. Una amplia carta en la que se incluye la cocina local típica (imprescindibles las papas arrugadas, la pata de cerdo, el cochino negro, el cherne o la vieja, potajes de verduras y los quesos canarios…), pero también cuenta en su ADN con los sabores del mundo como seña de identidad de sus cocinas y fogones.
Los sabores asiáticos en Las Palmas de Gran Canaria cuentan con un gran recorrido y tradición, gracias a las históricas relaciones comerciales del Puerto de Las Palmas con estos países. Cabe destacar grandes propuestas que se consolidan dentro de la ciudad, con un variado abanico de opciones de cocina japonesa, gastronomía coreana, cocina filipina o excelente cocina indonesia, entre otras.
Un paseo junto al mar
Si te gusta descubrir a pie nuevos lugares y grabar en tu memoria rincones y paisajes, no puedes perderte el Sendero Azul y la Avenida Marítima de la ciudad. El Sendero Azul de la Bahía del Confital y la Playa de Las Canteras ofrece múltiples sorpresas a lo largo de siete kilómetros de maravillas, donde descubrirás en vivo la geología, biología e historia de las Canteras y el Confital.
El recorrido habla de las laderas de El Rincón y su historia geológica, a la llegada y evolución del surf y el body board en Guanarteme en la zona de La Cícer junto al Auditorio Alfredo Kraus. Andar no es la única opción que permite el Sendero Azul. Unas gafas y un tubo abren una ventana al fascinante mundo submarino de Las Canteras y el Confital, descubriendo un universo sumergido y semisumergido donde aparecen bancos de arena, arrecifes, cuevas marinas, plataformas rocosas, sebadales y, por fin, aguas libres, el hogar infinito y azul de delfines, ballenas o tortugas.
Continuando el camino se alcanza la animada zona de La Puntilla, adentrándonos en el corazón de la Bahía del Confital y el Área Marina de la Isleta, integradas en la Red Natura 2000 por su enorme biodiversidad y la necesidad de garantizar su protección. El Sendero Azul también da cuenta en esta zona del rodaje en estas aguas de la película ‘Moby Dick’, dirigida por John Houston, protagonizada por Gregory Peck.
Avanzando nos acercamos hasta El Confital, término que se debe a la acumulación de pequeñas rocas producidas por un tipo de algas rojas y coralináceas conocidas científicamente como rodolitos. Es el lado más dulce de este mundo salado que, a partir de ahora, nos mantiene a la sombra de los volcanes.
El otro recorrido la Avenida Marítima de la ciudad, se abre al este, por lo que si se hace a primera hora de la mañana se disfruta de la salida del sol en el horizonte. El comienzo del paseo (se puede hacer a pie, en bici o patinete) puede ser en la Playa de Las Alcaravaneras (para los que quieren el recorrido completo) o se puede optar por empezar a la altura del muelle deportivo, Parque de San Telmo o Vegueta.
Además de contemplar el skyline del Puerto de Las Palmas, el ir y venir de barcos de todo tipo y tamaño, algunos de ellos fondeados, la brisa del mar te lleva en un delicioso paseo hasta el barrio marinero de San Cristóbal y desde allí a la playa de La laja con sus fantásticas piscinas naturales donde darse un chapuzón. El fin de recorrido está en un mirador absolutamente especial para disfrutar de la figura costera de la ciudad y del mar. Un mirador presidido por El Tritón, una escultura de nueve metros de altura, que señala con la mano derecha la ciudad, mientras que, con la izquierda, hace sonar una caracola.
En el cercano barrio de la Hoya de la Plata puedes optar por regresar en bus o taxi, o simplemente deshacer el camino con una parada gastronómica en el barrio de San Cristóbal. Esta claro que la ciudad está más preparada para recibirte y que no te aburras este verano.
Más información: www.lpavisit.com/es
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