Un viaje a Al-Andalus a través de su herencia arquitectónica

por Fernando Baquero

No sé quién decía que la eternidad de las civilizaciones se mide por la cantidad de contribuciones eternas que ofrecen a la historia de la humanidad en varios aspectos del pensamiento, las ciencias y la moral. No se pueden medir los logros de la civilización europea sin reconocer la influencia de la civilización islámica que la precedió. Y es que es innegable que la historia europea moderna es la extensión natural de la historia de la civilización islámica.

Ochocientos años de dominación musulmana siguen vivos hoy en sus grandes monumentos arquitectónicos, donde se conserva el esplendor de una civilización que alcanzó un grado extraordinario de desarrollo y refinamiento artístico. Mezquitas, palacios y fortalezas son los mejores representantes del legado andalusí, auténticas obras arquitectónicas islámicas que nacieron para quedarse y ser parte de la cultura hispánica.

Andalucía tiene un gran patrimonio artístico y cultural que en gran parte le viene heredado de mundo musulmán. El Islam dejó una huella en la cultura española que todavía perdura y se refleja en su música, en la gastronomía y hasta en su lengua, aunque es la arquitectura la que de un modo perpetuo ha dejado un legado incalculable para los amantes de las humanidades y las artes.

Las raíces árabes del sur de España se visibilizan en los edificios que adornan las calles evocando su pasado califal. Una inmersión por la Andalucía musulmana permite conocer la profunda relación humana, cultural, artística y científica entre Oriente y Occidente. Al-Andalus  es un puente cultural entre Europa y el mundo árabe-islámico, una encrucijada de las culturas cristiana, judía y musulmana que la convirtieron en esta cuna de la literatura, la ciencia y las artes que subsiste a ambos lados del Mediterráneo.

Muchos siglos después, Magellan te invita a hacer un viaje al pasado esplendoroso de Al-Andalus a través de la herencia arquitectónica que aún permanece en la España musulmana desde su época de mayor esplendor. Son sólo los ejemplos más conocidos pero ofrecen las pistas necesarias para comprender qué ha supuesto la influencia islámica en España y en Europa.

La Alhambra de Granada

El Reino Nazarí de Granada, último estado musulmán de la Península Ibérica, legó a España uno de los monumentos más importantes y mejor conservados del mundo árabe: La Alhambra. Esta ciudad palatina de Al-Andalus del siglo XII alberga un complejo de palacios, jardines y fortalezas que forman una verdadera ciudadela dentro de la propia Granada.

Al-Andalus

Alhambra de Granada

Pocos edificios pueden presumir de tanta belleza como el conjunto de palacios nazaríes donde vivieron los antiguos sultanes, especialmente el Palacio de Comares y el Patio de los Leones. Sus columnas de mármol blanco y sus espectaculares muqarnas o bóvedas ornamentales son abrumadoramente evocadoras de aquel mundo. Perderse entre los rincones escondidos de los jardines del Generalife y relajarse con el sonido de sus fuentes sí puede alcanzar el estado de una experiencia religiosa.

Medina Azahara de Córdoba

Medina Azahara es un monumento musulmán que data de la época de mayor esplendor de Al-Andalus, el Califato de Córdoba, cuando ésta capital era la más avanzada de Europa.

Medina Azahara de Córdoba

Cuenta la leyenda que el rey Abderramán III ordenó que se construyera la ciudad a pocos kilómetros de Córdoba en honor a su esposa favorita, que se llamaba Azahara. Su interior está adornado con obras de arte como el Salón de las Riquezas, que en su momento sirvió como salón de recepción y lugar para celebrar festivales religiosos para impresionar a los invitados.

Desafortunadamente, la ciudad tuvo una vida corta. Menos de cien años después de su construcción, fue saqueada y destruida por la guerra civil que acabó con el Califato e inició el primer período de los reinos taifas.

Al-Andalus

La Alcazaba de Málaga

La Alcazaba de Málaga

La Alcazaba, o ciudadela, de Málaga es uno de los monumentos árabes más valorados por sus espectaculares vistas al mar y a la ciudad, que se pueden contemplar desde sus murallas. Se trata de un castillo fortaleza del siglo XI en el que destacan los palacios de Taifa y Nazrid y sus encantadores jardines. Además, en la base de estas murallas se encuentra el Teatro Romano y el Palacio de la Aduana, lo que lo convierte en un lugar ideal para observar el mestizaje de esta ciudad.

Los Reales Alcázares de Sevilla

Esta joya arquitectónica se encuentra en el corazón de Sevilla. Reúne una mezcla de culturas de Andalucía y España, con vestigios de arte de los períodos musulmán y mudéjar y del período gótico posterior a la Reconquista. Aunque los primeros espacios se crearon durante el Califato de Córdoba y el Reino Abbadid de Sevilla, la mayor parte de lo que vemos hoy fue construido por el rey Pedro el Cruel.

Reales Alcázares de Sevilla

A pesar de ser un monarca cristiano, construyó en un estilo mudéjar que tiene una clara influencia andalusí. Contrató a trabajadores musulmanes que venían de Granada para recrear palacios como los de la Alhambra. El Salón de los Embajadores, el Patio de las Doncellas y el Patio de las Muñecas, con su artesanía en madera, yeso y mosaicos, son los tesoros de este complejo de palacios, junto con los increíbles jardines.

Mezquita de Córdoba

La Mezquita de Córdoba

La Mezquita de Córdoba, o Mezquita-Catedral de Córdoba, junto con la Alhambra, son los dos monumentos musulmanes más visitados de Andalucía. No es de extrañar: su salón con mil trescientas columnas de jaspe, granito y mármol y sus arcos de herradura de dos tonos son universalmente conocido

Se trata del edificio más antiguo de la ruta, ordenado construir en 785 sobre los restos de una iglesia visigoda. De obligada visita es el mihrab, o nicho semicircular en mezquitas que indica la dirección de La Meca, una de las más importantes del mundo musulmán.

Giralda de Sevilla

La Giralda de Sevilla

Sevilla es una de las ciudades con mayor legado musulmán. Como muchos otros monumentos españoles, la Giralda, o torre de la catedral, tiene su origen en la época de Al-Andalus, concretamente durante la época del dominio almohade. Prueba de ello es el gran parecido con la torre de la Mezquita Koutoubia de Marrakech. Su parte superior fue construida por los cristianos y hoy es el campanario de la Catedral de Santa María.

Al-Andalus

Alcazaba de Almería

 La Alcazaba de Almería

La Alcazaba, o fortaleza, de Almería es otro de los monumentos árabes más destacados de esta región. Esta fortaleza se puede ver desde cualquier punto de la ciudad. Visita el palacio de Al-Mu’tasim y disfruta de la ampliación de esta fortificación, que ha sido escenario de más de treinta películas, incluidas Indiana Jones y la Última Cruzada.

Baños árabes de Jaén

Baños árabes de Jaén

Los Baños Árabes de Jaén se encuentran en el sótano del Palacio de Villardompardo. A pesar de ser uno de los más grandes de España, no son muy conocidos. En la misma tradición que los baños romanos, los baños árabes y sus estancias a distintas temperaturas jugaron un papel muy destacado en la cultura de Al-Andalus, tanto como lugar espiritual como lugar de tertulias sociales.

Mezquita de Almonaster la Real

Mezquita de Almonaster la Real

Otro de los vestigios que nos dejaron los musulmanes de Andalucía es la mezquita de Almonaster la Real, en la provincia de Huelva. Aunque menos llamativo que las obras de arquitectura antes mencionadas, este edificio tiene un valor especial, ya que es la única mezquita rural de España que ha sobrevivido casi intacta hasta nuestros días. Los estragos del tiempo no han conquistado este singular monumento, que destaca por su austeridad.

Fotos: Turismo de Andalucia

Tras los pasos de Washington Irving

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