La inminente llegada de la primavera trae consigo el florecimiento de los más de 7 millones de almendros que albergan los campos de Mallorca, que comienzan a vestirse de espectaculares mantos de flores blancas y rosáceas. La isla ofrece a sus visitantes la posibilidad de ser testigo de la belleza de este fenómeno natural desde el mes de febrero gracias a las suaves temperaturas de su clima mediterráneo.
Son numerosas las rutas que invitan a hacer un recorrido por Mallorca para disfrutar de este espectáculo visual protagonizado por los almendros en flor que cubren su paisaje de la denominada nieve mallorquina en esta época del año, habilitadas para ser realizadas tanto a pie como en bicicleta o en coche.
Una de las visitas más recomendadas de este itinerario es la Serra de Tramuntana, uno de los espacios más emblemáticos de Mallorca, declarado patrimonio mundial por la Unesco en 2011. Y es que el visitante podrá disfrutar de una gran variedad de campos de almendros a lo largo de las 62.000 ha. terrestres que la conforman. En la zona centro y oeste de la isla encontramos un imponente paisaje de este tipo de árbol en flor en los alrededores de Marratxí, Bunyola o Santa María del Camí o en varias rutas a lo largo de Sencelles, Inca, Lloseta, Selva o Moscari.
Más al sur, la zona de Llucmajor es una buena opción para incluir en una tranquila ruta en coche para contemplar los almendros floridos, así como los alrededores de municipios como Manacor, Sant Llorenç o Son Servera. En la zona norte de Mallorca abundan en la carretera de Sóller o en los alrededores de la finca de Raixa, una posesión típica mallorquina situada en el municipio de Bunyola en torno a un patio de estilo italiano.
La isla cuenta además con una ruta circular de 10,8 km. disponible para realizar a pie o en coche, en la que se incluyen multitud de campos de almendros con las montañas de la Serra de Tramuntana de fondo. Este recorrido lo conforman los municipios de Selva, Caimari, Binibona y Moscari.
Es posible también disfrutar contemplar une espectacular panorámica de la tradicional estampa de la isla sin salir de Palma, en lugares como Es Secar de la Real o Son Espanyol o a través de emblemáticos enclaves mallorquines como el Monasterio de San Salvador, la Ermita de Bonay o el Puig de Randa.
Más información: www.mallorca.es
La Serra de Tramuntana, un ejemplo de gestión eficiente