Si hay una imagen icónica que nos lleva de inmediato a Puglia, no hay ninguna duda que estamos hablando de los “trulli”, las hermosas construcciones blancas con un característico tejado en forma cónica que se han convertido en una verdadera seña de identidad de esta región del sur de Italia.
El origen de los “trulli” se remonta a la Edad Media, y su nombre deriva de la palabra griega “tholos” que significa cúpula. Inicialmente las casas eran totalmente cónicas y la estructura del techo llegaba hasta el suelo, si bien en el siglo XV se cambió la estructura de la construcción y se añadieron las paredes blancas que configuran los “trulli” como los vemos hoy en día.
Las piedras grises que forman las características bóvedas cónicas de las casas son impermeables y se conocen con el nombre de “chiancarelle”. Los célebres “trulli” de Alberobello, que han convertido a la localidad en un punto de visita obligatoria por la belleza de sus construcciones, se utilizaron inicialmente como alojamiento de granjeros y agricultores, y por los materiales utilizados en su estructura permiten mantener el calor en invierno y resultar agradablemente frescos durante los meses de verano.
Según cuenta la leyenda, durante la época medieval los granjeros de la zona derribaban sus casas si tenían la certeza de que venía un inspector para la recolección de impuestos. Una vez concluida la visita procedian con la reconstrucción del “trullo” que volvian a levantar con la misma facilidad casi con la que la habían derribado.
La técnica de construcción de estas singulares casas es con la piedra seca, lo que significa que no se utilizó ningún tipo de cemento, y que confirma que los que impulsaron este tipo de construcciones tenían grandes conocimientos sobre los procesos de edificación.
A medida que transcurria el tiempo los “trulli” se construyeron utilizando argamasa para dotar de mayor estabilidad a la estructura de la casa, teniendo en cuenta que los tiempos de derribar y reedificar habían quedado atrás.
Los “trulli” más celebres de toda la región de Puglia se encuentran en Alberobello, y se consideran patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Si bien es cierto que son los más famosos y los más visitados por viajeros de todo el mundo, también es posible encontrar estas casas en las zonas de Martina Franca, Locorotondo y Conversano.
En la actualidad muchos de los “trulli” han sido reconvertidos en alojamientos turísticos, en pequeños hoteles o en restaurantes, ya que la fascinación de estas construcciones y su singularidad son un atractivo muy importante para la región que ha sabido sacar partido a sus históricas edificaciones.
En un paseo por Alberobello se puede descubrir el barrio de Monti, un vecindario compuesto de una cantidad de unos 1300 “trulli” entre los que destacan el “trullo siamés”, que se caracteriza por tener dos cúpulas unidas centralmente, y cuya historia está vinculada a un amor imposible de dos hermanos por una misma mujer que les llevó a compartir esta casa, similar a los “trulli” originales pero formado por dos edificaciones. Es uno de los lugares más visitados del recorrido.
La pasión por la belleza de los “trulli” lleva a viajeros de todo el mundo a elegir Puglia como destino y descubrir en primera persona la singularidad de unas de las casas más bonitas del planeta.
