Los herederos del Orient Express

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Elevado a lo más alto de la popularidad en el asesinato resuelto por Hércules Poirot en la eterna novela de Agatha Christie y lanzado a la aventura por James Bond en Desde Rusia con amor, el Orient Express fue el tren más famoso en la historia de este planeta.

Durante la Belle Époque, sus lujosos vagones fueron escenario de magníficas fiestas, amores secretos y de intrigas diplomáticas. Fue el tren que todos los trenes del mundo han querido ser. Su trazado de larga distancia unió París con Estambul durante más de un siglo desde 1883. Fue seguramente el ferrocarril más lujoso del mundo, con millonarios pasajeros, políticos y hasta miembros de la aristocracia europea.

Eduardo VII de Inglaterra, siendo todavía príncipe de Gales, el emperador Francisco José de Austria, Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, los bailarines Nijinsky o Ana Pavlova; la bailarina y espía Mata Hari, las actrices Marlene Dietrich y Greta Garbo, la soprano Maria Callas o el escritor español Vicente Blasco Ibáñez fueron algunos de sus ilustres huéspedes.

El icónico tren parecía inmortal ante tanto esplendor pero los trenes de alta velocidad y los vuelos baratos, como justificó la compañía, certificaron su muerte. Seguramente, no hay tren más famoso en el mundo ni con tanta historia detrás como el Orient Express.

Su legado ha dejado huella en el ferrocarril del siglo XXI. Ninguno llega a igualar siquiera el pedigrí del original pero sí han sabido recoger el testigo de la elegancia, de la larga distancia y del glamour que emanaba el Orient Express. Con tecnología punta del siglo XXI, con modernísimas prestaciones al servicio de un excelente rendimiento y con las comodidades del lujo más exquisito sobreviven un elenco de expresos que siguen ofreciendo las mismas sensaciones que los míticos raíles que conectaban Europa y Asia.

En este reportaje hemos seleccionado algunos de los herederos del Orient Express que recorren trazados más modestos pero que aspiran con todas de la ley al trono que dejó vacante el tren de los reyes.

Venice Simplon Orient Express, Europa

Lógicamente, debemos comenzar por el auténtico heredero de la joya de la corona. La empresa Bedmon rescató la esencia del viejo expreso en viajes por Londres, París, Viena, Venecia, Verona, Praga y Budapest. Cuenta con 17 vagones que datan de las décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo, rehabilitados para recuperar su antigua gloria. La apertura del túnel de Simplon, que conecta Italia y Suiza, abrió nuevas rutas pero el mítico tren ya no alcanza tierras orientales.

El tren dispone de tres vagones restaurantes: el Côte d’Azur, decorado con vidrieras originales de Lalique, el Etoile du Nord que exhibe una bella marquetería, y L’Oriental que presenta una decoración de paneles lacados en negro.

Convertido en un verdadero icono del diseño art déco gracias a sus suntuosos tapizados, a sus elegantes muebles de madera y a los esmerados detalles antiguos de su decoración, el Venice Simplon Orient Express invita a completar la experiencia con una visita a cualquiera de sus tres vagones-restaurante, donde se sirven las mayores delicias locales o descubriendo el Champagne Bar, donde la música en directo ambienta la noche mientras se degusta el cóctel perfecto.

Golden Eagle Trans-Siberian Express, Rusia

Otro mito. El Transiberiano conecta este y oeste de Rusia. Desde Moscú y a través de los Urales, la estepa discurre magnífica e interminable desde las ventanillas de este tren, que evoca el trazado de un complejo sistema de rutas y convoyes con más de 9.200 kilómetros de longitud y más de cien años de antigüedad.

Recorrer la enorme extensión continental entre Rusia y China, pasando por Mongolia, cómodamente, a bordo del legendario tren Transiberiano es ahora una oportunidad real con todas las comodidades, todo incluido durante el viaje: tren, alojamientos en los mejores hoteles, pensión completa, excursiones privadas, actividades culturales y guía ruso de habla española acompañando al grupo las 24 horas del viaje.

Tres viajes en uno sólo; tres enormes países (Rusia, Mongolia y China) que comparten uno de los espacios más grandes del planeta  en 8.000 km de recorrido sobre vía ferroviaria, la mayor extensión continental que se puede realizar en un tren.

El lago Baikal, la máxima extensión del agua dulce del planeta, la sorprendente Mongolia con sus paisajes tan vírgenes, o la gigantesca Siberia, grandes ciudades, como Moscú y Pekín o la sorprendente Ulán Bataar otorgan espectacularidad a este viaje.

En su versión turística –y lujosa-, el tren va desde Moscú hasta Vladivostok en la costa este. A lo largo del camino, de 15 días de duración y con un precio que ronda los 14.800 euros, se puede disfrutar de diferentes experiencias que van desde tomar clases de ruso a bailar con la música de un pianista en vivo.

Belmond Andean Explorer, Perú

La joya de los trenes Belmond recorre el altiplano de Perú alcanzando hasta 4.330 metros de altitud. A bordo viajan un vagón spa, otro panorámico o dos restaurantes –con una carta diseñada por los chefs del Belmond Hotel Monasterio de Cuzco-, y tan solo 48 pasajeros. El trayecto comienza en la antigua capital, Cuzco, y discurre hasta el lago Titicaca. Las alpacas, llamas y cóndores pueblan las llanuras andinas desde donde se vislumbra la nieve de los Andes.

El Transcantábrico Gran Lujo, España

La nostalgia y el encanto de los grandes expresos de principios del siglo XX conviven con el confort del siglo XXI durante ocho días y siete noches en el Transcantábrico, con el lujo de un hotel de cinco estrellas sobre raíles. Lujosas suites de madera en coches Pullman originales de 1923 ofrecen una exquisita gastronomía, paisaje, cultura, glamour, diversión y relax se unen para hacer de este viaje una experiencia única e inolvidable y que supone una travesía de ocho días entre San Sebastián y Santiago de Compostela.

El viaje garantiza también lujosas suites de madera delicadamente ambientadas y decoradas así como una exquisita gastronomía, que se disfruta a bordo y en los restaurantes seleccionados a lo largo de la costa norte. El viaje, tiene un precio que en la suite deluxe ronda los 5.150 euros .

Cruise Train Seven Stars, Japón               

El majestuoso tren siete estrellas, catalogado como el más lujoso del mundo mezcla oriente y occidente desde su puesta en marcha en 2013. También ofrece una exquisita mezcla de nostalgia ferroviaria y tecnología punta. La estación de Hakata en la ciudad de Fukuoka es la puerta de acceso a sus cálidos interiores de madera y elementos de diseño clásico capaces de trasladar al viajero en el tiempo.

El tren, que toma su nombre de las siete prefecturas de Kyushu, propone recorridos de dos y cuatro días alrededor de la isla, entre el mar y las montañas.

La reserva, que tiene un precio desde 4.900 euros por persona en el trayecto de cuatro días, no es tan sencilla, sin embargo, como tirar de tarjeta de crédito. El tren solo tiene capacidad para 28 pasajeros y pese a su elevado precio (casi 5.000 euros) hay que participar en un sorteo para asegurar la plaza.

Palace On Wheels, India

Vivir un viaje deslumbrante a lo largo de ocho días recorriendo los estados indios de Rajastán y Uttar Pradesh hasta alcanzar Agra en un tren con todo tipo de servicios de lujo –desde cabinas deluxe con baño privado, mayordomo personal y elegantes restaurantes a, incluso, servicio de spa– convierten este palacio sobre ruedas en uno de esos viajes que hacer una vez en la vida.

Su historia se remonta a 1982, cuando el Indian Railways y el Rajasthan Tourism Development Corporation firmaron un acuerdo para promocionar turísticamente el rico patrimonio del norte de India. El resultado fueron más de 3.000 kilómetros de recorrido en los que podemos disfrutar de exquisitos detalles, como las sábanas de seda que visten sus camas o los tés especiados que sirven en su elegante bar. El trayecto nos descubre ciudades como Udaipur, Jaisalmer, Agra o Jaipur.

Rovos Rail, Sudáfrica

Rovos Rail está considerada una de las la líneas de ferrocarril más lujosas del mundo. Un universo paralelo rebosante de fastuosidad e inspirado en la época eduardiana, con vagones con muebles de estilo colonial y paredes y suelos de caoba.

Animarse con cualquiera de las nueve rutas que ofrecen para recorrer el sur de África supone deleitarse con los paisajes más increíbles de la sabana africana a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora o, mejor aún, hacerlo en el último vagón de sus trenes, que siempre es una terraza-mirador al aire libre. Trail of Two Oceans es una de sus rutas más novedosas. Se inauguró en 2019 y conecta Dar es Salaam, en Tanzania, con Lobito, en Angola.

Al Andalus, España

La Andalucía más romántica luce deslumbrante en los vagones del mítico tren Al Andalus, una propuesta que recorre ciudades tan míticas del sur de España, como Sevilla, Córdoba, Cádiz, Granada o Ronda, esenciales para descubrir y entender la idiosincrasia andaluza en toda su esencia.

Dentro del tren se recrea el encanto de la Belle Époque, aunque con las comodidades de la modernidad. Siete coches dormitorio –cinco de ellos originales del año 1929 y pertenecientes a la misma serie que se construyeron en Francia para los viajes que la monarquía británica realizaba entre Calais y la Costa Azul– acogen un total de doce suites Junior y veinte suites Gran Lujo. Un desayuno, cena o tentempié en cualquiera de las joyas ferroviarias de sus vagones-salones, con una decoración inspirada en tiempos pasados, hace sentirse parte de otra época.

Belmond Royal Scotsman, Escocia

Tranquilo, lujoso, íntimo y revelador. Cuatro palabras que sirven para describir lo que supone un viaje en el interior de uno de los trenes más lujosos del mundo, el que atraviesa las Highlands escocesas. Disfrutar de cómo el glorioso paisaje va cambiando al otro lado de la ventana mientras se goza de la elegancia eduardiana de sus vagones es una experiencia única.

Cada suite dispone de una sofisticada marquetería en caoba, además de la elegante combinación entre sus estilosos muebles de tweed y sus cómodas camas vestidas con tartanes y suaves lanas de las Tierras Altas. En el bar del tren la intimidad pasa por una celebración compartida mientras se escucha música escocesa en vivo y se cata cualquier whisky de raíces locales. Aunque para soñar de verdad, el Bamford Haybarn Spa, un espacio en el que dejarse mimar recibiendo cualquiera de sus tratamientos naturales. El tren Royal Scotsman es el único en Reino Unido con un mirador al aire libre.

Pasen los años que pasen, los viajes en tren siempre nos devolverán la magia de esos paisajes que corren veloces ante nuestros ojos y con toda seguridad los ferrocarriles continuarán cautivando a los viajeros de las siguientes generaciones.

Publicado en el Nº46 de la revista Magellan