Una Navidad en Nueva York puede ser Una Navidad diferente de John Grisham o la divertida adaptación que Hollywood tituló Una Navidad de locos. Incluso una acaramelada historia como la que cuenta Love Actually. Sólo hay que elegir. Sólo hay proponérselo. Ahora que el Covid nos complica subir a un avión y plantarnos en la Manhattan más blanca del año, pongamos a volar la imaginación.
Si nos detenemos a mirar con atención, tendremos la impresión de que la ciudad más atareada del mundo haya caído presa de un hechizo. Los escaparates se visten con postales invernales, las aceras se pueblan de abetos y las calles se iluminan bajo un mar de luces de mil colores. Un hechizo en el que podemos caer si simplemente tecleamos Nueva York en nuestro ordenador y elegimos cualquiera de las opciones que nos ofrece Google o las centenares de páginas web que nos dan la posibilidad de un tour virtual por la ciudad de los rascacielos.
Briant Park
Desde una visita al Rockefeller Center, caminar por la Quinta Avenida o echar un vistazo a la pista de patinaje de Winter Village en Briant Park son cosas que podemos hacer sin salir de casa. Sólo necesitamos teletransportarnos a través del increíble invento que es el streaming para ver cumplido el sueño de pasar unas navidades en NY.
Un buen plan para el día de Navidad es ‘salir a pasear’ por Manhattan, ver los escaparates y asombrarnos con sus icónicas pistas de patinaje rodeadas de rascacielos o comprar en sus tradicionales mercadillos. Todo ello sin perder detalle de la exagerada decoración de sus calles y sin tener que perder el tiempo en las interminables colas que se forman estos días en cualquier atracción de la ciudad. Hasta podremos visitar la Estatua de la Libertad el día de Año Nuevo, la única vez que está cerrado a los visitantes.
Saks en la Quinta Avenida
Un entretenido paseo por los mercadillos navideños, como el Winter Village, con sus puestecitos de madera rodeando la pista de patinaje o por el mercadillo de artesanía y decoración de Grand Central Station nos darán la sensación de estar realmente a miles de kilómetros de nuestro sofá.
Pasear por el centro de Manhattan es hacerlo por un decorado de cuento. Todas las tiendas visten sus escaparates. Algunos centros comerciales van más allá y crean verdaderas obras de arte. Puedes diseñar tu propia ruta por los escaparates navideños, comenzando por Macy’s y siguiendo por Bloomingdale’s y Tiffany’s.
Radio City Music Hall
Las calles se visten con decoraciones espectaculares y se llenan de luces, adornos y villancicos. Especialmente apreciadas son las ambientaciones de Dyker Heights, un barrio de Brooklyn donde los vecinos decoran sus casas con miles de luces, figuras y adornos, o las del Rockefeller Center, las de la Sexta Avenida o las del Radio City Music Hall.
Y qué decir de la pasión de los neoyorquinos por los gigantescos árboles de navidad, como el majestuoso ejemplar que preside la Librería Pública o el Árbol de la Bolsa, un abeto que ilumina las oscuras y tranquilas noches del Distrito Financiero cuando los trabajadores ya se han marchado a casa. O, por qué no, el que hay en la entrada del hotel Lotte New York Palace.
Macy’s
No nos podemos desconectar de Nueva York sin ‘visitar’ el lugar donde miles de niños entregan la carta a Papá Noel en el buzón de Macy’s y visitar Santaland, una aldea mágica del Polo Norte llena de decorados navideños y amables elfos. Igual que en las películas. También podemos vivir el cambio de año en Times Square del mismo modo que los neoyorquinos para recibir de forma virtual un 2021 que nos permita dejar atrás para siempre un 2020 para el olvido.
Nueva York será por los siglos de los siglos un destino inigualable para vivir la Navidad, y cuando sea posible recuperar la normalidad viajera, está muy claro que la Gran Manzana va a hacer de este momento del año una experiencia aún más increíble. No tenemos ninguna duda.
Nueva York, un sueño hecho realidad
