¿Qué es el Yoga?, ¿para qué sirve?, ¿es otra nueva moda practicada por los hippies o la clase adinerada? Pues una vez más pienso que será como todo, para algunos muy probablemente será una filosofía de vida, para otros, una nueva moda para seguir siendo más “cool”.
Como imaginareis, y si no ya os lo confirmo, no me pondré transcendental con el tema ya que eso mejor lo dejo para mis prácticas personales, pero sí me gustaría dar una pequeña pincelada a lo que es en sí esta doctrina.
En sánscrito yoga significa ‘unión’, se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. Se asocia con las prácticas de meditación que se llevan a cabo en el hinduismo, el budismo y en el jainismo. He de confesaros que desde que empecé a entrar en este mundo desconocido, poco a poco he ido descubriendo mis límites en todos los campos, no solo el físico sino también el mental, por lo que ser consciente de la evolución que voy logrando día tras día es toda una satisfacción.
A estas alturas del blog ya sabéis la inmensa felicidad que invade mi cuerpo cada vez que aterrizo en el continente Asiático, es por ello que a veces pienso que en otra vida fui una nativa más de aquellas lejanas tierras orientales; no sé si seré capaz de transmitir lo que siento en cada viaje que llevo a cabo, pero mi intención es transportaros por unos minutos a mi paraíso particular…
He de deciros que cuando llegas a cualquier país oriental donde practican esta disciplina, no sabría deciros exactamente que és, pero hay algo indescriptible que hace que te adentres en todo aquello sin darte cuenta, obviamente todo te impacta, ya que durante años te has desenvuelto en una religión completamente opuesta a lo que estás captando en ese momento.
Debo reconocer, que desde hace años todo lo que englobaba al mundo del yoga me llamaba la atención pero por una cosa u otra nunca llegaba a involucrarme, aunque lo que sí tenía claro era que el día que decidiera ir a Asia, tendría que escoger un país donde poder vivir todo esto en primera persona.
Recuerdo cuando aterricé en Nepal, todo fue muy intenso, lo que veía, comía, vivía, escuchaba, desde la caótica Katmandú hasta la apaciguada Pokhara, ciudad donde comenzaríamos nuestro intrépido trekking el cual me llenaría de aprendizaje. El pueblo nepalí es principalmente hinduista, pese a contar con una antigua y profunda tradición budista (10% aproximadamente), también se compone de una pequeña comunidad musulmana (4% aproximadamente). En esta ocasión me centraré en la parte budista para poder enlazar el tema del Yoga.
Entrar en aquellos templos, con el permiso de los monjes o compartir con los sherpas sus rituales diarios era toda una experiencia. Nunca podré olvidar la primera vez que me sentí observada por esos “Ojos de Budha” de los que tantas veces había oído hablar, he de decir que impresionaba y mucho, uno de ellos era el famoso templo de Swayambhunath, antiguo complejo religioso en lo alto de una colina en el valle de Katmandú, su nombre significa “sublimes árboles”, debido a la gran variedad que hay en el lugar.
Este templo, se le considera el más sagrado entre los lugares de peregrinación budista, éste está compuesto por una estupa, varios santuarios, templos, un monasterio tibetano, un museo y una biblioteca. Otro templo de gran importancia dentro de la capital nepalí es el Boudhanathuno, su estupa está considerada como una de las más grandes del mundo; debido a la gran afluencia de refugiados tibetanos procedentes de China, se llevó a cabo la construcción de 50 gompas (monasterios) en torno al mismo.
En 1979, tanto este templo como el de Swayanbhunath fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, en ambos casos acogen a monjes los cuales viven en los monasterios donde reciben formación y estudian el Dharma ( difícil de traducir pero podría ser algo como “religión”,“rectitud”, “ley”, “protección”), con la práctica de las enseñanzas de Buda se protegen del sufrimiento, sinceramente algo muy interesante de lo que podríamos aprender teniendo en cuenta en la sociedad en la que vivimos…
He de reconocer que cada templo que visitaba, cada conversación que tenía con aquellos monjes, la tranquilidad que se respiraba, me motivaba más y más para poder adentrarme en este mundo desconocido, era el pequeño “empujoncito” que necesitaba para descubrir algo que me aportaría un granito más de arena a mi felicidad diaria.
Y así fue como finalmente me decidí, aunque me gustaría aclarar que el yoga no es solo un sinfín de posturas, por supuesto la práctica de ello no solo te proporciona beneficios como puede ser un cuerpo sano, flexible o “musculado”, sino que cada una de las “asanas” que llevamos a cabo tiene un significado que nos ayudan a conseguir una extrema relajación tanto corporal como mental.
Por supuesto, no podemos olvidar una de las partes más importantes de esta doctrina, y es que te enseña a respirar, lo que conlleva a que descubras un auto-control a todos los niveles del cual, te garantizo, no has sido consciente hasta este momento en el que has comenzado a practicarlo.
Por lo que habéis podido observar, el yoga y la meditación tan solo puede proporcionarnos beneficios, yo soy de las partidarias de que en esta vida hay que probarlo todo, y ya que en muchas ocasiones hemos intoxicado nuestro cuerpo y mente en miles de situaciones, ¿por qué no favorecerlos ahora con algo tan sencillo como esta disciplina…?, ¿sea por seguir una nueva moda o un estilo de vida..?Namaste..
1 comentarios
Que grande eres!!!