Roses, referente vacacional de la Costa Brava, propone un apasionante viaje en el tiempo a 3.000 años a. C. para descubrir sus raíces en el mágico entorno del Parc Natural del Cap de Creus. Una forma activa de complementar el ‘sol y playa’ –que aún puede disfrutarse en el arranque otoñal– con el senderismo por sus montañas cercanas, donde se encuentran los vestigios prehistóricos de su Conjunto Megalítico. Dólmenes, menhires, cistas e insculturas protegidas como Bien Cultural de Interés Natural, desde ahora más fácilmente accesibles y entendibles gracias a esta mejora.
El patrimonio cultural de Roses va más allá de lo que el visitante ve junto al mar al llegar a la localidad –la Ciutadella y el Castell de la Trinitat–; se extiende tambien a las montañas. Y más concretamente al interior del Pac Natural del Cap de Creus, por donde transcurren tres itinerarios megalíticos que nos tranportan, en un apasionante viaje en el tiempo, a tres milenios a.C.
Estas rutas han sido objeto este año de una renovación en su señalización, tanto direccional como interpretativa con códigos QR que facilitan la visita y dan a conocer este importante patrimonio rosense. A través de ellos, los senderistas pueden acceder desde su móvil, de manera rápida y sencilla, a la información específica de cada uno de los monumentos y puntos de interés que vayan encontrando a lo largo de los recorridos.
Dos de estas rutas son el Itinerario megalítico de la pedra seca I y II. Se trata de circuitos circulares de unos 4 kms cada uno que permiten conocer espacios funerarios prehistóricos. El más importante es el Dolmen de la Creu d’en Cobertella, el más grande de Catalunya, construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas.
Un sepulcro de corredor de cámara con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20 de ancho y 2,45 de alto. En ambas rutas se pueden observar diferentes vestigios culturales de las comunidades payesas que se establecieron en la época neolítica. Y también destaca la presencia de construcciones de piedra seca, un patrimonio generado a partir del trabajo agrícola del entorno que se puede observar en la morfología del paisaje.
La tercera de las rutas es el Itinerario megalítico y de paisaje III. Con un recorrido más largo, de 10 kilómetros, esta ruta realiza una vuelta completa por el valle de Montjoi, invitando a descubrir el paisaje forestal y solitario, los fresnos y las encinas de estas tierras y su patrimonio cultural.
Al margen del citado dolmen también pueden verse en las rutas los dos menhires de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l’home, la cueva-dolmen de la Quarentena II –que data de 2.500 años a.C.– o la cista del Pla de les Gates, sobre la loma de la Torre del Sastre y de cala Montjoi.
Más información en: http://es.visit.roses.cat
Un paseo por la fascinante historia de la Ciudadela de Roses